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Con miles de millones de dólares invertidos en forestación, hidrógeno verde, captura de carbono y estrategias de mitigación, la transformación verde de Arabia Saudita está avanzando en todos los ámbitos.
Arabia Saudita está llevando a cabo un proyecto enorme y audaz para plantar 10 mil millones de árboles. |
Según SCMP, la Iniciativa Verde de Arabia Saudita (SGI), creación del príncipe heredero Mohammed bin Salman, fue anunciada por Arabia Saudita en noviembre pasado en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima COP27 en Sharm el-Sheikh, Egipto. Los objetivos de SGI son audaces y aparentemente imposibles: plantar 10 mil millones de árboles, impulsar la combinación energética del reino al 50% de energías renovables para 2030, reducir 278 millones de toneladas de emisiones de carbono para fines de la década, preservar el 30% de la tierra de Arabia Saudita como reservas naturales protegidas y alcanzar cero emisiones netas para 2060.
No sólo eso, Arabia Saudita también ha anunciado una Iniciativa Verde para Oriente Medio (MGI) paralela en toda la región. MGI tiene como objetivo plantar 50 mil millones de árboles en todo el Medio Oriente, reducir 670 millones de toneladas de dióxido de carbono en la región, ayudar a los países vecinos a alcanzar el cero neto, proporcionar combustible limpio para cocinar a 730 millones de personas y hacer de Arabia Saudita un centro regional para el hidrógeno y la tecnología de captura de carbono verde.
Arabia Saudita pretende reducir su dependencia de la generación de energía a partir de combustibles fósiles, con planes de poner en funcionamiento 58,7 gigavatios en proyectos solares y eólicos en los próximos siete años. Otra área de inversión de Arabia Saudita es el hidrógeno verde, específicamente el Proyecto de Hidrógeno Verde Neom, un centro de hidrógeno verde cerca de la futura ciudad de Neom, que impulsará ciudades, transporte e industria; y tiene la capacidad de proporcionar energía para la exportación. Las plantas totalmente renovables utilizarán energía solar y eólica para producir hidrógeno verde mediante electrólisis; ya se han anunciado cuatro de estas plantas. Se espera que la primera planta, que estará operativa en 2026, produzca 600 toneladas de hidrógeno limpio al día y 1,2 millones de toneladas de amoníaco verde al año.
Quizás el pilar más importante de los esfuerzos verdes de Arabia Saudita sea la captura y almacenamiento de carbono. Estas tecnologías incluyen la captura de carbono directamente del cielo, el secuestro de carbono en las profundidades del subsuelo y la reducción de las emisiones de CO2 de la industria, el transporte y la producción de hidrocarburos. Con ese fin, Arabia Saudita y su gigante petrolero Aramco anunciaron a finales del año pasado un centro de captura y secuestro de carbono en Jubail, al este de Arabia Saudita. Al capturar e inyectar carbono a gran profundidad, la instalación almacenará 9 millones de toneladas de CO2 al año para 2027, una cifra que Aramco espera aumentar a 44 millones para 2035, la capacidad combinada de las 35 instalaciones de captura de carbono más grandes del mundo.
El reino también está planeando un centro de reducción de carbono en las provincias occidentales que se vinculará con la industria, con el objetivo general de reducir el carbono mediante el uso de energía renovable, procesos energéticamente eficientes e hidrógeno verde; reutilizar los hidrocarburos y reciclarlos para fabricar nuevos materiales, como fertilizantes o combustibles sintéticos con bajo contenido de carbono; y luego eliminar el CO2 emitido durante el proceso mediante la captura o secuestro directo de aire y soluciones basadas en la naturaleza como la plantación de árboles.
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