Conferencia COP28: Debatir la eliminación de los combustibles fósiles en el principal país productor de petróleo del mundo: ¿una oportunidad para romper el “tabú”? |
La 28ª Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) se inaugurará el 30 de noviembre en Dubái, Emiratos Árabes Unidos - EAU. La ausencia de una voz que contrarreste al lobby de los combustibles fósiles en la COP28 sería algo terrible.
En estos días, muchas organizaciones no gubernamentales (ONG), especialmente de protección del medio ambiente, piden cada vez más que participen más políticos y dirigentes de los países, para contrarrestar la creciente presencia de lobbystas y representantes de las corporaciones de energía fósil.
La COP28 será una oportunidad para que las Partes alcen su voz, protejan a las poblaciones más vulnerables y recuerden a los gobiernos la urgencia de acelerar la acción climática.
Según datos de Corporate Responsibility (CA), European Business Observatory (CEO) y Global Witness (GW), la conferencia COP27 celebrada en Sharm El-Sheikh (Egipto) registró un número récord de lobbystas de combustibles fósiles. Incluyen 636 personas que cubren todo el espectro de temas, desde el carbón, el petróleo hasta el gas. En comparación con la COP26, esta cifra ha aumentado un 25%.
La COP28 estará presidida por Sultan Ahmed Al-Jaber, director ejecutivo de Abu Dhabi National Oil Corporation (Adnoc). El Sr. Al-Jaber también es el enviado especial de los EAU para el clima.
A pesar de afirmar públicamente que el mundo necesita una “corrección de rumbo” para limitar el calentamiento global, la empresa dirigida por el Sr. Al-Japer continúa invirtiendo fuertemente en proyectos de desarrollo de combustibles fósiles, como muchas otras compañías de petróleo y gas. Esto plantea preocupaciones sobre conflictos de intereses respecto de las decisiones políticas que deben tomarse en la COP28.
Desde el principio, la celebración de la COP28 en los Emiratos Árabes Unidos generó desconfianza entre muchas personas, ya que se trata del séptimo mayor país productor de petróleo del mundo (según el Departamento de Energía de Estados Unidos). Las emisiones de carbono per cápita del país son más de 20,3 toneladas de CO2 (según datos del Banco Mundial).
Sin embargo, hay que reconocer que la celebración de la COP28 en Dubai también ofrece oportunidades sin precedentes para romper el “tabú” de poner la cuestión de la eliminación progresiva de los combustibles fósiles sobre la mesa de negociaciones.
Este tema no se ha discutido en las negociaciones de la COP en los últimos dos años. Si bien esta es la principal causa del calentamiento global. La Agencia Internacional de Energía (AIE) ha dejado claro que cualquier nueva inversión en proyectos de petróleo, gas o carbón es incompatible con el objetivo de emisiones netas cero para 2050.
En la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro (Brasil) en 1992, las Naciones Unidas (ONU) establecieron tres COP, incluida la COP sobre el clima, la COP sobre la biodiversidad y la COP sobre la desertificación.
Para estos problemas globales, los partidos necesitan encontrar respuestas globales. La COP del clima es por tanto el único espacio que existe a nivel internacional que permite abordar la lucha contra el cambio climático. Al evento asistieron la mayoría de los países sentados alrededor de la mesa de negociaciones. Con una duración de dos semanas, la conferencia será el evento más importante del año en materia climática, permitiendo especialmente escuchar las voces de los segmentos más vulnerables de la población, que pagan cada día un poco más las consecuencias de la inacción.
En la COP, las partes no sólo discutieron sobre la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también aportaron sus voces sobre una variedad de temas, como la deuda ambiental. Los países ricos están “en deuda” con el Sur Global por sus emisiones históricas de gases de efecto invernadero. Es fundamental que los países del Norte Global asuman su propia responsabilidad y desempeñen un papel más equitativo en la reducción de las emisiones y la cooperación internacional para pagar esta deuda. Al financiar iniciativas climáticas, comprometerse a reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero y responder a las pérdidas y los daños, los peores impactos del clima, la COP ofrece oportunidades reales de cambio.
Las COP también son espacios útiles y necesarios para lograr avances concretos. Fue en la COP21 de 2015 donde se aprobó por unanimidad, por parte de más de 200 países, el Acuerdo de París sobre el clima, estableciendo como hito común que el calentamiento de la Tierra no supere los 1,5 °C respecto a las temperaturas preindustriales. El acuerdo obliga a los países a presentar planes de transición climática cada vez más ambiciosos.
Gracias a la COP se han establecido numerosos mecanismos climáticos para atender las necesidades de los países vulnerables, como el Fondo Verde para el Clima o el fondo de apoyo a las pérdidas y daños, los daños irreparables causados por el cambio climático. La creación del Fondo Verde para el Clima, prevista para 2022 en la COP27, representa una importante victoria para la justicia climática.
Por lo tanto, las partes interesadas, incluidos los gobiernos, los políticos y las ONG, deben ser conscientes de su responsabilidad de fortalecer y utilizar el espacio de la COP como palanca para la justicia climática y social, para un mundo donde la emergencia climática ya no sea sinónimo de escepticismo sino de acción decisiva.
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