Acción climática: un camino largo y accidentado

Báo Quốc TếBáo Quốc Tế22/02/2025

El Acuerdo de París de 2015 marcó un punto de inflexión en la lucha contra el cambio climático, pero casi una década después, el mundo todavía enfrenta muchos desafíos.


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El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, se dirige a los líderes mundiales en la COP29 en Bakú, Azerbaiyán, el 12 de noviembre de 2024. (Fuente: Getty Images)

En diciembre de 2015, en la 21ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21), celebrada en París, Francia, el mundo alcanzó un acuerdo histórico en la lucha contra el cambio climático, llamado Acuerdo de París.

El Acuerdo de París fue creado para reemplazar el Protocolo de Kyoto (1997), que sólo obligaba a los países desarrollados a reducir las emisiones, por un mecanismo más amplio con la participación de todos los países.

Compromisos clave

Uno de los contenidos más importantes del Acuerdo de París de 2015 establece el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global por debajo de los 2 °C respecto al periodo preindustrial, al tiempo que se realizan esfuerzos para limitar el aumento a 1,5 °C para minimizar los impactos negativos del cambio climático. Este es un objetivo central para proteger los ecosistemas y los medios de vida humanos de los crecientes riesgos ambientales.

Los países que participan en el Acuerdo de París también se comprometieron a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a través de Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC). Cada país debe elaborar un plan de acción específico y actualizar su compromiso cada cinco años, con la expectativa de aumentar la ambición de reducir las emisiones.

Otro elemento importante es aumentar la adaptación y el apoyo financiero a los países en desarrollo. Los países desarrollados se han comprometido a movilizar al menos 100.000 millones de dólares al año para ayudar a los países más pobres a hacer frente al cambio climático, con el objetivo de aumentar las contribuciones después de 2025. Esta financiación es esencial para promover la protección del medio ambiente y las iniciativas de desarrollo sostenible en los países más vulnerables.

Además, el Acuerdo de París también establece un mecanismo de transparencia y evaluación del progreso para supervisar la implementación de los compromisos de los países. Se establece un sistema de informes periódicos para evaluar el cumplimiento y realizar ajustes oportunos a las políticas si es necesario.

En la COP26 (noviembre de 2021 en el Reino Unido), el primer ministro Pham Minh Chinh prometió que Vietnam desarrollará e implementará fuertes medidas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero utilizando sus propios recursos, junto con la cooperación, el apoyo financiero y la transferencia de tecnología de la comunidad internacional, especialmente de los países desarrollados, incluidos los mecanismos de implementación bajo el Acuerdo de París, para lograr emisiones netas de "0" (abreviado como Net Zero) para 2050.

10 años de progreso

Después de casi una década de implementación del Acuerdo de París, el mundo ha sido testigo de un progreso significativo en los esfuerzos para responder al cambio climático. Muchos países han asumido firmes compromisos para reducir las emisiones y realizar la transición hacia una economía verde.

Los compromisos con la neutralidad de carbono están aumentando: la Unión Europea (UE) aspira a emisiones netas cero para 2050, China anunció que alcanzará su pico de emisiones para 2030 y avanzará hacia la neutralidad de carbono para 2060. Rusia aspira a ser carbono neutral para 2060, mientras que India se ha comprometido a ser carbono neutral para 2070 y aumentar la inversión en energía renovable.

El desarrollo de las energías renovables es un punto brillante en este viaje. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE, 2023), la energía solar y eólica han experimentado un crecimiento récord y representaron el 80% de la nueva capacidad de generación de energía mundial en 2022. El coste de instalación de energía solar ha disminuido un 89% desde 2010, mientras que el coste de la energía eólica ha disminuido un 70%, lo que brinda a muchos países la oportunidad de abandonar los combustibles fósiles y acelerar el proceso de reducción de emisiones.

“El crecimiento explosivo de la energía renovable durante la última década es una señal positiva, pero para alcanzar nuestros objetivos climáticos, necesitamos acelerar aún más la inversión en infraestructura de energía limpia”, dijo el Director Ejecutivo de la AIE, Fatih Birol.

En lo que respecta a la financiación climática, las instituciones financieras mundiales se han comprometido a movilizar cientos de miles de millones de dólares para ayudar a los países en desarrollo a implementar programas de reducción de emisiones y adaptación al cambio climático. El Banco Mundial se ha comprometido a destinar 200.000 millones de dólares en el período 2021-2025 a proyectos climáticos. El Fondo Monetario Internacional (FMI) también ha puesto en marcha un Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad de 50.000 millones de dólares a partir de 2023 para ayudar a los países de ingresos bajos y medios a hacer frente al cambio climático.

Además, el sector privado también desempeña un papel importante en los esfuerzos para combatir el cambio climático. Cada vez más grandes empresas se comprometen a invertir en proyectos verdes, utilizando energía limpia y aplicando tecnología sostenible para “reducir su huella de carbono”, como Amazon, que se ha comprometido a invertir 2.000 millones de dólares en el Fondo Climático para apoyar a las empresas que desarrollan tecnología que reduce las emisiones, o Microsoft, que se ha marcado como objetivo convertirse en una empresa de emisiones negativas en 2030 e invertir 1.000 millones de dólares en la iniciativa Carbon Innovation Fund.

En la Conferencia COP29 (noviembre de 2024 en Azerbaiyán), los países desarrollados se comprometieron a triplicar la financiación climática, con el objetivo de movilizar 300.000 millones de dólares al año para apoyar a los países en desarrollo. El ambicioso objetivo general es movilizar al menos 1,3 billones de dólares al año para 2035, no sólo de los países desarrollados sino también del sector privado.

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La lucha contra el cambio climático es una “batalla a largo plazo” y requiere solidaridad mundial, pero la comunidad internacional debe unir esfuerzos ahora para cumplir con sus compromisos de garantizar un futuro sostenible. (Fuente: Dreamstime)

El dilema

A pesar de los muchos avances logrados, el Acuerdo de París aún enfrenta muchas dificultades. En 2024, en una entrevista con la revista Nature Climate Change , el profesor Johan Rockström, director del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, afirmó: “El ritmo actual de reducción de emisiones aún no es suficiente para mantener el aumento de temperatura por debajo de 1,5 °C”.

Algunos países aún no han proporcionado una hoja de ruta clara ni han adoptado medidas específicas para lograr la neutralidad de carbono.

En 2025, los países deberán presentar nuevas NDC, incluidos objetivos ambiciosos de reducción de emisiones para toda la economía para 2035, consistentes con limitar el calentamiento global a 1,5 °C y aumentar la resiliencia a los impactos climáticos. Sin embargo, según un informe de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), la mayoría de los países aún no han cumplido con la fecha límite para presentar sus NDC (10 de febrero de 2025), lo que genera una falta de transparencia y socava el impulso mundial en la implementación de los compromisos.

La financiación climática sigue siendo un asunto difícil, ya que el apoyo a los países en desarrollo no alcanza los compromisos. Según el informe de la CMNUCC en la COP29, los países desarrollados aún no han cumplido su objetivo de contribuir con 100 mil millones de dólares por año en el marco del Acuerdo de París, lo que dificulta que los países vulnerables implementen proyectos para reducir las emisiones y adaptarse al cambio climático. Además, el compromiso de aumentar la financiación a 300.000 millones de dólares al año a partir de la COP29 sigue siendo un desafío debido a la falta de coordinación entre los gobiernos y el sector privado.

El Financial Times citó al experto Nicholas Stern, de la London School of Economics and Political Science (Reino Unido), quien dijo: "La financiación climática aún no es suficiente para satisfacer las necesidades de los países en desarrollo y es necesario que haya una fuerte innovación en la forma de movilizar recursos".

La dependencia de los combustibles fósiles sigue siendo un obstáculo importante. Según el informe 2024 de la AIE, la producción mundial de carbón alcanzará los 8.300 millones de toneladas en 2023, mientras que el consumo de petróleo seguirá aumentando, hasta alcanzar los 102 millones de barriles diarios en 2023, a pesar de los compromisos de transición hacia energías limpias. Además, el Financial Times evaluó que también se prevé que el gas natural mantenga su crecimiento, con una demanda global que aumentará un 2% anual hasta 2030, ya que muchos países lo consideran un combustible de transición en el proceso de reducción de emisiones.

En particular, la retirada de Estados Unidos, la principal potencia mundial, del Acuerdo de París en 2017, durante el primer mandato del presidente Donald Trump, creó una perturbación significativa en los esfuerzos globales para reducir las emisiones. Según el informe Climate Action Tracker (2018), esta decisión provocó que las emisiones de CO2 de Estados Unidos aumentaran alrededor de un 3% en 2019 en comparación con el escenario si el país mantenía su compromiso. Al mismo tiempo, el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) estima que Estados Unidos ha recortado sus compromisos financieros con las iniciativas climáticas internacionales en alrededor de 2.000 millones de dólares, lo que afecta su capacidad para apoyar a los países en desarrollo en su transición hacia la energía limpia.

Aunque Estados Unidos se reincorporó al Acuerdo de París en 2021 bajo la presidencia de Joe Biden, en 2025 la administración Trump volvió a firmar una orden ejecutiva para retirarse del acuerdo, lo que generó grandes preocupaciones sobre el riesgo de que "la historia se repita" en la lucha contra el cambio climático.

En la COP29, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, advirtió: “El sonido que escuchas es el tictac de un reloj. Estamos en la cuenta regresiva final para limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados. Y el tiempo no está de nuestra parte”.

La lucha contra el cambio climático es una “batalla a largo plazo” y requiere solidaridad mundial, pero la comunidad internacional debe unir fuerzas de inmediato para implementar los compromisos climáticos “para garantizar un futuro sostenible”, como dijo el Secretario General de la CMNUCC, Simon Stiell, en la COP 29.

NDC es la contribución comprometida por cada país a la respuesta climática para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París. Cada país debe elaborar un plan de acción específico y actualizar su compromiso cada cinco años.

La NDC 2035, que incluye objetivos de reducción de emisiones para toda la economía hasta 2035, debía presentarse el 10 de febrero, pero según datos de la CMNUCC actualizados al 12 de febrero, solo 14 países los han presentado.



Fuente: https://baoquocte.vn/hanh-dong-vi-khi-hau-duong-dai-chong-gai-304979.html

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