El difícil mercado obliga a muchas empresas textiles y de confección a aceptar pedidos pequeños que no son su fuerte para poder tener trabajo y retener a los trabajadores.
"Es difícil, nunca ha sido tan difícil", dijo el Sr. Cao Huu Hieu, Director General de Vietnam Textile and Garment Group (Vinatex) sobre la situación de la industria de fibras y prendas de vestir en 2023.
Desde el último trimestre de 2022 hasta ahora, las empresas textiles y de confección en su mayoría solo han recibido pedidos pequeños. "Hay unidades con miles de trabajadores que sólo reciben pedidos de unos pocos cientos o miles de camisas, pero aún así tienen que hacerlo para tener trabajo. Esto nunca había sucedido antes, ni siquiera en el pico de la epidemia", compartió el Sr. Hieu.
Según la Asociación Textil y de Confección de Vietnam (VITAS), la industria está atravesando un período más difícil que el período de Covid-19. En los primeros cinco meses del año, las exportaciones de textiles y confecciones disminuyeron un 21% en comparación con el mismo período del año pasado, y fueron 5% inferiores a las de 2021.
"Las empresas deben reducir costes e incluso vender parte de sus activos para cubrir gastos, mantener sus operaciones y evitar la quiebra", explicó Truong Van Cam, vicepresidente y secretario general de VITAS.
Personal del equipo de costura de Dong Xuan Knitting Company, Hanoi. Foto: Cao Nam
Además de la falta de pedidos, los precios de procesamiento también se han reducido a la mitad en comparación con antes. Antes, el coste de procesar una camisa era de 1,7-1,8 dólares, pero ahora es de sólo 0,7-0,8 céntimos. Las empresas también tienen que aceptar artículos que no son su fuerte, como por ejemplo los especialistas en procesamiento de pantalones que ahora aceptan la confección de camisas para que la línea de producción no esté vacía y haya trabajo para los trabajadores.
Sin mencionar que los clientes tienen requisitos más estrictos, a menudo “retrasan” el tiempo de recepción, lo que causa dificultades para las empresas en términos de flujo de caja y espacio de almacenamiento.
Del mismo modo, el sector del tejido de punto también presenta “casi ningún pedido” y grandes inventarios desde abril de 2022 hasta la actualidad.
A pesar de las dificultades, según el Sr. Cao Huu Hieu, más de 63.000 trabajadores de las unidades miembros de este grupo aún mantienen sus puestos de trabajo, con un ingreso de más de 9 millones de VND por persona por mes.
"Ninguna unidad ha tenido que despedir trabajadores porque no hay órdenes", afirmó. Esto es gracias a que las empresas aceptan pedidos pequeños, encuentran nuevos mercados y aceleran la transformación verde en la producción.
Se prevé que la industria textil y de la confección no mejore en la segunda mitad del año en el contexto de una demanda mundial en descenso. VITAS prevé que la facturación anual total solo alcance los 40.000 millones de dólares, un 12-15% menos que el objetivo.
En cuanto a Vinatex, el grupo se fijó un objetivo de beneficio antes de impuestos de 610.000 millones de dongs este año, lo que supone una reducción de más del 40% en comparación con el beneficio de 2022. Pero el Sr. Cao Huu Hieu dijo que este es el mejor escenario que el grupo puede esperar lograr en el difícil contexto de mercado actual.
Los líderes de Vinatex dijeron que se centrarán en fortalecer las previsiones del mercado, planificar proactivamente la producción, estabilizar el flujo de caja y priorizar la retención de la fuerza laboral para estar preparados para aprovechar las oportunidades cuando el mercado se recupere.
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