El almidón será absorbido por el cuerpo y convertido en glucosa. La glucosa en sangre se combina con la insulina para ingresar a las células y proporcionar energía para la actividad celular. La hormona insulina es secretada por el páncreas, según la revista de salud Healthline (EE.UU.).
Un ritmo cardíaco acelerado puede ser una señal de advertencia de que el nivel de azúcar en sangre está bajando demasiado.
El proceso de envejecimiento hace que muchos órganos del cuerpo funcionen mal, incluido el páncreas. A medida que entra en la mediana edad, su páncreas puede comenzar a secretar menos insulina. Por lo tanto, el nivel de azúcar en sangre fluctuará mucho, a veces demasiado alto, pero también a veces demasiado bajo.
Los síntomas de esta afección incluyen fatiga, pérdida de concentración, mareos, aumento de la sed, micción frecuente, ritmo cardíaco acelerado y dolores de cabeza. Además, muchas personas experimentan síntomas más preocupantes, como pérdida de peso, visión borrosa o cicatrización lenta de heridas. Todas estas son señales de advertencia de que los niveles de azúcar en sangre son inestables y pueden caer fácilmente en un estado demasiado alto o demasiado bajo.
Esta condición, si no se detecta y se trata adecuadamente, conducirá a diabetes tipo 2. La diabetes tipo 2 puede provocar una serie de complicaciones de salud más adelante. Por ello, los controles sanitarios periódicos desempeñan un papel fundamental a la hora de detectar enfermedades de forma precoz.
En muchos casos, los chequeos regulares ayudan a los médicos a detectar problemas cuando el paciente está apenas en la etapa prediabética. Su médico puede recetarle medicamentos para controlar el azúcar en sangre y cambios en el estilo de vida, desde cambios en la dieta hasta ejercicio.
Sin una intervención adecuada, la prediabetes se convertirá en diabetes tipo 2. La enfermedad puede causar una serie de complicaciones relacionadas con daños a los ojos, riñones, nervios, pies y corazón. No sólo eso, algunas funciones cerebrales también se verán afectadas.
Un estudio publicado en la revista Diabetes Cares descubrió que las personas con diabetes no tratada tienen 2,6 veces más probabilidades de sufrir un derrame cerebral que las personas sin diabetes.
Medidas como tomar los medicamentos recetados por el médico, hacer ejercicio regularmente y llevar una dieta saludable ayudarán a controlar bien el azúcar en sangre y a prevenir complicaciones, según Healthline.
[anuncio_2]
Fuente: https://thanhnien.vn/dau-hieu-nao-canh-bao-duong-huet-dang-bat-thuong-o-tuoi-trung-nien-185241008182037732.htm
Kommentar (0)