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“Justicia social para todos. ¡Acabemos con el trabajo infantil!” es el tema del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, el 12 de junio de este año.
Niños en Lilongwe, Malawi |
En esta ocasión, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) organizó un taller de alto nivel en el marco de la 111ª Conferencia Internacional del Trabajo que se celebra en la sede de las Naciones Unidas en Ginebra (Suiza). El taller se centró en discutir el vínculo entre la justicia social y la eliminación del trabajo infantil, así como las medidas para promover la justicia social.
La Directora de Protección Social de la OIT, Shahra Razavi, dijo que intensificar los esfuerzos para garantizar una inversión adecuada en la protección social universal para los niños –idealmente a través de prestaciones universales por hijo que apoyen a las familias en todo momento– es una opción apropiada y ética, y que allana el camino hacia el desarrollo sostenible y la justicia social. El Director General de la OIT, Gilbert F. Houngbo, dijo que las raíces del trabajo infantil tienen su origen en la injusticia social. La solución para acabar con el trabajo infantil es el trabajo decente, lo que significa crear lugares de trabajo seguros y saludables para los adultos, garantizando prestaciones adecuadas, incluidos desempleo, enfermedad, maternidad, discapacidad y pensiones, para que puedan mantener a sus familias y enviar a sus hijos a la escuela en lugar de tener que ir a trabajar.
El sitio de estadísticas Theworldcounts.com estima que en el mundo hay actualmente 218 millones de niños trabajadores entre 5 y 17 años, de los cuales 152 millones tienen que trabajar en condiciones extremadamente peligrosas. Theworldcounts.com también estima que, al ritmo actual, existe el riesgo de que para 2025 haya 121 millones más de niños trabajadores en todo el mundo. El trabajo infantil no se limita a los países pobres. Alrededor de 84 millones de niños en países de ingresos medios y 2 millones de niños en países de ingresos altos también tienen que trabajar para ganarse la vida, aun cuando todavía son demasiado jóvenes para tener lo suficiente para comer o de qué preocuparse. Para las familias, las comunidades y la sociedad, el trabajo infantil aumentará la carga económica cuando los niños sufren accidentes, lesiones y abusos; riesgo de desorden, problemas complejos para la sociedad cuando los niños caen, afectando negativamente el desarrollo socioeconómico del país, provocando una disminución en la calidad de los futuros recursos humanos...
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