Tras una reunión celebrada el 8 de junio en Riad (Arabia Saudita), el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y sus homólogos de los países miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) emitieron una declaración conjunta.
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| El Secretario de Estado de Estados Unidos y sus homólogos del CCG en una reunión el 7 de junio. (Fuente: AFP) |
La declaración destacó la importancia y las perspectivas prometedoras de los proyectos de infraestructura para promover la integración y la conectividad regionales, contribuyendo a la estabilidad y la prosperidad del Medio Oriente.
Los diplomáticos destacaron la importancia de combatir el terrorismo y el extremismo en todo el mundo y dieron la bienvenida a la reunión ministerial de la Coalición Global para Contrarrestar a la organización terrorista Estado Islámico (EI), que tuvo lugar el 8 de junio en Riad.
El secretario Blinken reafirmó el compromiso de Estados Unidos con la seguridad regional, al tiempo que destacó el importante papel de la región en la economía global y el comercio internacional.
El CCG y Estados Unidos acordaron promover la seguridad y la libertad de navegación en la región, así como contrarrestar las acciones ilegales en el mar que puedan amenazar las rutas marítimas, el comercio internacional y las instalaciones petroleras en la región del CCG.
Las dos partes también acordaron apoyar el mantenimiento del Tratado de No Proliferación Nuclear y seguir pidiendo a Irán que coopere plenamente con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Respecto del conflicto en Yemen, la declaración conjunta de Estados Unidos y el CCG valoró los esfuerzos de Arabia Saudita, Omán y las Naciones Unidas y expresó la esperanza de que las partes alcancen pronto un proceso político para poner fin al conflicto en Yemen.
Frente a las tensiones entre israelíes y palestinos, Estados Unidos y el CCG aspiran a lograr una paz duradera en Oriente Medio coherente con la solución de dos Estados y las fronteras de 1967.
Los ministros de Asuntos Exteriores reafirmaron su compromiso de alcanzar una solución política a la crisis en Siria de conformidad con la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU.
En cuanto a Irak, los diplomáticos analizaron la importancia de los esfuerzos civiles –incluida la reforma económica– para garantizar que los iraquíes se beneficien de los recursos naturales, así como para proteger la resiliencia de las comunidades después del conflicto.
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