En el contexto del creciente protagonismo de los BRICS, la decisión de Argentina, un país de tamaño mediano y miembro del G20, de no unirse a esta organización es un paso notable.
La Sra. Diana Mondino habla en la 29ª Conferencia de la Industria de la UIA. (Fuente: infobae) |
El 29 de noviembre, en declaraciones a la prensa en el marco de la Conferencia de la Asociación Industrial Argentina, la señora Diana Mondino, designada por el presidente electo Javier Milei como canciller de su gabinete, afirmó que según el plan del nuevo gobierno, Argentina no se unirá al BRICS.
La declaración de la Sra. Mondino no sorprendió al público. La razón es que desde finales de agosto de este año, cuando el actual presidente Alberto Fernández anunció felizmente la decisión del BRICS de aceptar la solicitud de membresía de Argentina junto con otros cinco países, el Sr. Milei afirmó que Argentina bajo su liderazgo no se uniría al BRICS debido a diferencias ideológicas con los países miembros de esta organización.
El futuro canciller Mondino suavizó la declaración de Milei al explicar que la razón por la cual Argentina no se unió al BRICS fue porque no vio ningún beneficio económico comparativo de esta organización y "hasta donde yo sé, el BRICS es más una asociación política que una institución comercial entre países y de hecho Argentina tiene relaciones diplomáticas y comerciales con la mayoría de los miembros de esta organización".
En esta ocasión, la señora Mondino también afirmó que la política exterior del nuevo gobierno es apoyar el multilateralismo y está dispuesta a participar en organismos internacionales con base en los principios del respeto al derecho internacional, los derechos humanos y el libre comercio. Según ella, el gobierno de Milei apoya la firma del acuerdo de libre comercio UE-MERCOSUR, aunque cree que este acuerdo traerá tanto oportunidades como desafíos para Argentina.
En el contexto del creciente estatus de los BRICS y de que muchos países han solicitado su membresía y están esperando la aprobación para ser admitidos, la decisión de Argentina, un país de tamaño mediano y miembro del G20, de no unirse a esta organización es un paso notable.
Esta podría ser una oportunidad para que los países BRICS revisen y reevalúen los criterios de funcionamiento de la organización, realicen reformas y tomen nuevas medidas para aumentar su atractivo, y no es imposible que Argentina cambie su decisión de unirse en el futuro porque en las relaciones internacionales "sólo los intereses son permanentes".
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