¿Por qué EE.UU. se negó a enviar aviones de ataque A-10 Thunder a Ucrania?

Tras el estallido del conflicto entre Rusia y Ucrania, muchos especularon que Estados Unidos podría intentar proporcionar aviones de ataque terrestre A-10 Warthog a las Fuerzas Armadas de Ucrania como parte de los paquetes de ayuda armamentística al gobierno de Kiev.

El avión tiene 45 años y entró en servicio por primera vez en 1977. El A-10 fue diseñado durante la Guerra Fría para contrarrestar las formaciones blindadas soviéticas y sigue siendo el principal avión de apoyo aéreo cercano de Occidente hasta el día de hoy.

Las especulaciones sobre la posibilidad de que EE.UU. transfiera aviones A-10 se basan en el hecho de que la Fuerza Aérea estadounidense ha retirado un gran número de estos aviones. Además, los A-10 todavía tienen tiempo operativo y se consideran muy adecuados para las condiciones del campo de batalla ucraniano.

Los costos operativos y los requerimientos de mantenimiento del A-10 son de lejos los más bajos de cualquier caza tripulado estadounidense y sólo son comparables a los de los aviones soviéticos. Aunque no es tan capaz como un caza como el F-16, el A-10 es adecuado para operar cerca de las líneas del frente durante períodos cortos de tiempo o en aeródromos temporales.

Razón

El obstáculo inicial para el suministro del A-10 a Ucrania fue el armamento principal del avión. Originalmente era un cañón rotatorio GAU-8 de siete cañones que utilizaba munición de uranio empobrecido capaz de penetrar el blindaje de los vehículos blindados modernos. Aunque Gran Bretaña ha proporcionado esta controvertida munición a Ucrania desde principios de 2023, Estados Unidos todavía no está de acuerdo.

El Telegraph también explicó el motivo por el cual Estados Unidos se negó a proporcionar A-10 a Ucrania, enfatizando que Washington no quería perder su reputación en el sector de defensa, especialmente después de que muchas armas tanto de Estados Unidos como de Occidente sufrieron graves daños en el campo de batalla ucraniano.

Algunos expertos militares dicen que la decisión de no proporcionar aviones de ataque A-10 se basó en los peligros que la aeronave enfrentaría en el campo de batalla en Ucrania. Otra perspectiva preocupante es que decenas de aviones de fabricación estadounidense podrían ser destruidos en el aeropuerto sin ninguna posibilidad de ayudar a Ucrania.

Esto pone de relieve la densidad de las defensas aéreas terrestres rusas, que están causando enormes pérdidas a las unidades de la fuerza aérea ucraniana. Desde finales de 2022, fuentes occidentales han subrayado que la amenaza a los aviones ucranianos ha aumentado significativamente debido al despliegue por parte de Rusia de interceptores MiG-31BM, equipados con misiles aire-aire R-37M, el misil de mayor alcance del mundo, lo que pone a las bases ucranianas en alerta constante.

La capacidad de supervivencia del A-10 en Ucrania es particularmente cuestionable, considerando el historial de combate del avión en 1991 durante la Guerra del Golfo. Porque las defensas aéreas de corto alcance de Irak también dañaron o destruyeron 20 A-10, obligando a los aviones a detener las operaciones de combate en el campo de batalla.

Esto era preocupante porque en aquel momento las capacidades de defensa aérea de Irak se consideraban bastante débiles y las fuerzas armadas del país estaban en gran medida desorganizadas. Cabe destacar que Estados Unidos también ha buscado evitar daños a sus activos militares controlando cuidadosamente cómo se despliegan, especialmente después de que los tanques alemanes Leopard 2 y los británicos Challenger 2 sufrieran graves pérdidas en Ucrania.

Los tanques estadounidenses M1 Abrams no sólo fueron entregados a Ucrania mucho más tarde que los tanques británicos y alemanes, sino que sólo fueron utilizados en zonas alejadas de la línea del frente. Los vehículos de combate Bradley estadounidenses desplegados en el frente han sufrido grandes pérdidas y se estima que más de 70 han sido destruidos o capturados, aunque se podría decir que estos vehículos de combate son mucho menos importantes para la imagen de la industria de defensa de Estados Unidos.

Amenaza de la defensa aérea rusa

También se dice que el temor a grandes pérdidas es una de las principales razones por las que Estados Unidos se ha mostrado mucho más reacio que sus aliados europeos a permitir la transferencia de aviones de combate F-16 a Ucrania.

Los funcionarios estadounidenses también han minimizado repetidamente la importancia de los ataques rusos confirmados a los sistemas de defensa aérea Patriot en Ucrania, los sistemas de armas más caros y avanzados jamás entregados al país.

Las fuerzas de defensa aérea rusas han establecido récords en el alcance al que pueden destruir objetivos terrestres utilizando el sistema S-400. Cabe destacar que el sistema de misiles de mayor alcance que posee Rusia, el S-500, nunca se ha utilizado en el campo de batalla en Ucrania.

Aunque la posición de los aviones de combate rusos en comparación con sus rivales occidentales y chinos ha disminuido significativamente desde el final de la Guerra Fría, los sistemas de defensa aérea terrestres del país todavía se consideran los número uno del mundo.

La Fuerza Aérea de Ucrania ha podido mantener operaciones de combate hasta el día de hoy gracias a la cantidad de aviones de combate donados por países occidentales, incluidos docenas de cazas MiG-29 que la Unión Soviética exportó previamente a los países del Pacto de Varsovia en los años 1980 y principios de los años 1990.

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