Después de anunciar que había más que duplicado el número de tropas estadounidenses en Siria, Washington envió una delegación diplomática para reunirse con los nuevos líderes en Damasco.
El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció que la Secretaria de Estado Adjunta para Asuntos del Medio Oriente, Barbara Leaf, y varios otros funcionarios diplomáticos llegaron a la capital siria, Damasco, ayer (20 de diciembre) para reunirse con representantes del nuevo gobierno sirio encabezado por el presidente Bashar al-Assad. El grupo Hayat Tahrir al-Sham (HTS) lidera, según Reuters. El Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que durante la reunión, se espera que los funcionarios estadounidenses discutan con los representantes de HTS una serie de principios que Washington quiere incluir en la transición política de Siria, incluido el respeto a los derechos de los grupos minoritarios.
Protestas en Damasco
Cientos de sirios protestaron en el centro de Damasco el 19 de diciembre, pidiendo democracia y la protección de los derechos de las mujeres, según AFP. "Queremos una democracia, no un estado religioso", coreaban los manifestantes en la plaza Omeya de Damasco. Algunos manifestantes también portaban pancartas que decían: "No hay país libre sin mujeres libres".
HTS, que tiene su origen en la rama siria de Al Qaeda y es considerada una organización terrorista por algunos gobiernos occidentales, se ha comprometido recientemente a proteger a muchas minorías religiosas y étnicas en Siria.
Esta es la primera reunión formal y directa entre Washington y los líderes de facto de Siria desde que HTS lideró una coalición para derrocar al presidente Bashar al-Assad el 8 de diciembre. La reunión se produce mientras los gobiernos occidentales abren canales de comunicación con HTS y comienzan a debatir si eliminar al grupo de su lista de organizaciones terroristas.
EE.UU. duplica tropas estacionadas en Siria
Estados Unidos duplica su número de tropas en Siria
La visita se produce después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, describiera el derrocamiento de Al-Assad como una oportunidad histórica para el pueblo sirio, pero también advirtió que Siria enfrenta un período peligroso, de riesgo e inestabilidad. Washington sigue preocupado de que el autoproclamado Estado Islámico (EI) pueda aprovechar esta oportunidad para resurgir.
El portavoz del Pentágono, Pat Ryder, anunció el 19 de diciembre que este año Washington ha más que duplicado el número de tropas estadounidenses en Siria a 2.000 como parte de la campaña contra el EI. Durante años, Washington ha afirmado que tiene alrededor de 900 soldados en Siria y 2.500 en Irak como parte de los esfuerzos internacionales contra el EI.
En los últimos años Washington ha llevado a cabo ataques aéreos y redadas periódicos destinados a impedir el resurgimiento del EI. Sin embargo, Estados Unidos ha intensificado sus ataques aéreos desde la caída del régimen de al-Assad, atacando zonas anteriormente protegidas por los sistemas de defensa aérea sirios y rusos.
En una conferencia de prensa el 19 de diciembre, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que la caída del régimen de Al Asad no fue un "fracaso" para Moscú porque había logrado sus objetivos en Siria, según AFP. Rusia tiene actualmente dos bases militares en Siria.
"Mantenemos contacto con todos los que controlan la situación allí, con todos los países de la región. La mayoría de ellos han manifestado su interés en que sigamos manteniendo bases militares allí", subrayó Putin.
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Turquía e Irán llaman a la unidad
También el 19 de diciembre, en la cumbre de ocho países de mayoría musulmana celebrada en El Cairo (Egipto), los dirigentes de Turquía e Irán llamaron a la unidad en Siria, según AFP. Al hablar en la conferencia, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, expresó su esperanza en "el establecimiento de una Siria libre de terrorismo" donde "todas las religiones y grupos étnicos vivan juntos pacíficamente". El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, pidió "la participación de todos los grupos de Siria en el futuro gobierno, así como el respeto a los diferentes credos y religiones".
Mientras tanto, una fuente del Ministerio de Defensa turco reveló el 19 de diciembre que Ankara continuará con las operaciones militares hasta que la fuerza kurda YPG se "desarme", argumentando que Turquía se enfrenta a amenazas constantes a lo largo de la frontera con el norte de Siria, según AFP. Las YPG constituyen la mayor parte de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), respaldadas por Washington, pero Ankara las considera una extensión de su enemigo interno, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Fuente: https://thanhnien.vn/my-tang-cuong-hoat-dong-o-syria-185241220222824365.htm
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