El uso por parte de Ucrania de misiles estadounidenses de largo alcance para atacar objetivos militares en suelo ruso podría empujar el conflicto a una fase de confrontación más intensa.
El cohete ATACMS se lanza desde la plataforma de lanzamiento. (Foto de la ilustración: Pictorial Press Ltd/Alamy) |
El 18 de noviembre, dos altos funcionarios estadounidenses anónimos dijeron que el presidente Joe Biden había dado "luz verde" para que Ucrania utilice el Sistema de Misiles Tácticos del Ejército (ATACMS) para atacar objetivos militares en suelo ruso.
Oportunidad innovadora…
ATACMS es un misil balístico de corto alcance producido por Lockheed Martin (EE.UU.) con un alcance de 180-300 km. Recientemente, Ucrania ha utilizado las armas mencionadas para atacar bases rusas y posiciones de defensa aérea en la península de Crimea y varias otras zonas de Ucrania. Ahora, el ejército del país puede utilizar ATACMS para amenazar más de 200 objetivos militares rusos importantes cerca de la frontera, incluidos aeropuertos, depósitos de armas estratégicas, centros de entrenamiento y importantes líneas de suministro. La región de Kursk, donde Rusia ha desplegado 50.000 soldados regulares y reservistas, podría ser un objetivo importante.
El 19 de noviembre, Ucrania disparó seis misiles ATCMS contra varios objetivos militares rusos, incluido un depósito de armas en la ciudad de Karachev, en la región de Bryansk. Moscú dijo que sus sistemas de defensa aérea interceptaron cinco misiles y destruyeron uno.
Esta medida de EE.UU. tiene tres puntos destacables.
En primer lugar, cuando el conflicto entra en su día número 1.000, el hecho de que Estados Unidos haya permitido a Ucrania utilizar sus misiles de largo alcance para atacar objetivos militares en territorio ruso demuestra que el presidente Joe Biden quiere afirmar que Washington sigue apoyando a Kiev, incluso cuando la Casa Blanca está a punto de cambiar de manos en enero próximo.
En segundo lugar, la medida estadounidense se considera una respuesta después de que los servicios de inteligencia de ese país y Corea del Sur informaran sobre la presencia de un gran número de soldados norcoreanos en los campos de batalla de Ucrania. Así, a principios de noviembre, el secretario de Estado, Antony Blinken, destacó que en Rusia hay 8.000 soldados de Pyongyang. Mientras tanto, el embajador de Ucrania en Corea del Sur, Dmytro Ponomarenko, dijo que el número ahora es de 15.000 personas. Sin embargo, hasta ahora, según Yonhap, Rusia y Corea del Norte continúan negando las acusaciones de que Pyongyang envió tropas a Rusia para combatir, diciendo que estas acusaciones son infundadas. Por otra parte, Moscú dejó claro que incluso el escenario de que Corea del Norte envíe soldados a Rusia no violaría el derecho internacional.
En tercer lugar, la medida mencionada se tomó en el contexto de las elecciones estadounidenses que terminaron con la victoria del Sr. Donald Trump. Este político ha afirmado en repetidas ocasiones su disposición a poner fin al conflicto en Ucrania mediante negociaciones con Rusia, en lugar de seguir proporcionando ayuda armamentística a Kiev como hasta ahora. Por lo tanto, después de muchas negativas anteriores, la "luz verde" de Biden para que la administración de Zelensky use este misil de largo alcance podría ayudar a Ucrania a intensificar su respuesta a Rusia, obligando al país a reducir las actividades militares cerca de la frontera. Kiev podría entonces usarlo como trampolín para futuras operaciones militares o ganar una mejor posición en caso de tener que sentarse a la mesa de negociaciones con Moscú, una vez que Donald Trump regrese a la Casa Blanca.
El Wall Street Journal (EE.UU.) comentó que el despliegue de ATACMS por parte del ejército ucraniano podría obligar a Rusia a ajustar sus tácticas de defensa y ataque. Moscú sigue manteniendo una estrategia flexible de despliegue de tropas y suministros, con la mayor parte del equipamiento desplegado a sólo 30-50 kilómetros de la línea del frente. Con este cambio, Rusia podría retroceder sus áreas de despliegue, dándole a Ucrania más espacio.
¿Ha cambiado la situación?
En respuesta a la nueva decisión del presidente estadounidense, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Dmitry Peskov, comentó que proporcionar ATACMS a Ucrania "es esencialmente una nueva espiral... que aumenta las tensiones a un nivel cualitativamente nuevo". El 19 de noviembre, en respuesta, Rusia actualizó su doctrina nuclear, añadiendo una disposición sobre disuasión nuclear incluso contra ataques convencionales.
Además, muchas opiniones han expresado escepticismo sobre la decisión de Biden. En primer lugar, dijeron que la decisión de "luz verde" del presidente estadounidense llegó demasiado tarde. El ex ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, afirmó que durante meses de esfuerzos de lobby, Rusia había obtenido la ventaja necesaria. De manera similar, el experto Matthew Savill, del Royal United Services Institute (RUSI), con sede en Londres, evaluó que la vacilación de Estados Unidos ha creado una ventaja táctica para Rusia.
Además, debido a un suministro limitado, el sistema ATACMS difícilmente será ampliamente utilizado en Ucrania. Anteriormente, los funcionarios estadounidenses cuestionaron si las cifras actuales del ATACMS podrían marcar una diferencia, incluso si se utilizaran de manera efectiva. “Para tener un impacto real en Rusia, Ucrania necesitaría una gran cantidad de ATACMS, que no tiene y no recibirá debido al suministro limitado de Estados Unidos”, dijo Jennifer Kavanah, directora de análisis militar de la Agencia de Prioridades de Defensa (EE.UU.).
En particular, incluso cuando se utiliza plenamente, el ATACMS no puede cambiar el resultado del conflicto. El experto Peter Dickinson del Atlantic Council (EE.UU.) evaluó que Rusia ha trasladado muchas instalaciones militares importantes fuera del alcance del ATACMS. El portavoz del Pentágono, mayor Charlie Dietz, enfatizó que el ATACMS no es la respuesta al problema de las bombas planeadoras rusas que enfrenta Ucrania.
Sin embargo, la nueva decisión de Washington, la reacción de Moscú y la actuación de Kiev podrían empujar el conflicto a una nueva fase. Tanto Rusia como Ucrania están entrando en el invierno, una época no favorable para operaciones militares a gran escala. Al mismo tiempo, bajo el nuevo presidente estadounidense, ha ido surgiendo poco a poco la posibilidad de reanudar las negociaciones en primavera. Por ello, tanto Kiev como Moscú intentaron conseguir la mayor ventaja posible en noviembre y principios de diciembre con combates más feroces y estancados.
Fuente: https://baoquocte.vn/my-cho-phep-ukraine-tan-cong-sau-vao-lanh-tho-nga-den-xanh-nhay-cham-294594.html
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