Naciones Unidas afirma que se está produciendo una "tragedia en desarrollo" para los migrantes y refugiados que luchan por sobrevivir en duras condiciones cerca de las fronteras con Libia y Argelia, mientras otros son empujados al otro lado de la frontera.
Mucha gente fue empujada a zonas desérticas remotas. Foto: Reuters
Muchas personas han sido desplazadas de Sfax, la segunda ciudad más grande de Túnez, tras los recientes disturbios, mientras que otras han sido desplazadas de otros municipios, dijo la ONU.
A principios de este mes, mientras Sfax se veía sacudida por la violencia étnica, las autoridades cargaron a cientos de inmigrantes en autobuses y los dejaron varados en zonas desérticas remotas cerca de Argelia y Libia.
Hasta 1.200 africanos han sido "deportados o trasladados por la fuerza" a zonas fronterizas, según la ONG Human Rights Watch.
"Entre los varados hay mujeres (incluidas algunas embarazadas) y niños", dijeron en una declaración conjunta la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la ONU y el ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados.
“Quedaron varados en el desierto, enfrentando un calor extremo y sin refugio, comida ni agua”, afirma el comunicado.
La OIM afirmó que el rescate de personas debe ser la máxima prioridad y que quienes estén atrapados deben ser llevados a un lugar seguro. “Se necesitan urgentemente esfuerzos de búsqueda y rescate para aquellos que aún están varados en ambos lados de la frontera”, dijeron.
Túnez se ha convertido en una importante puerta de entrada para inmigrantes ilegales y solicitantes de asilo que intentan peligrosas travesías marítimas en embarcaciones a menudo destartaladas con la esperanza de una vida mejor en Europa.
La distancia entre Sfax y la isla italiana de Lampedusa es de unos 130 km.
Mai Anh (según Reuters, CNA)
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