El 8 de noviembre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y representantes de más de 50 países emitieron una advertencia conjunta en las Naciones Unidas sobre el aumento de los ataques de ransomware dirigidos a hospitales a nivel mundial.
El ransomware es una forma de ciberataque que tiene como objetivo los datos de las víctimas (desde individuos y empresas hasta organizaciones importantes) en el que los piratas informáticos cifran los datos y exigen un rescate para restaurarlos.
Según el Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, estos ataques, cuando tienen como objetivo hospitales, pueden tener graves consecuencias para la vida humana.
“Las encuestas muestran que los ataques a la atención médica han aumentado tanto en escala como en frecuencia”, dijo Tedros Ghebreyesus en una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas iniciada por Estados Unidos. También destacó la importancia de la cooperación internacional para afrontar esta problemática.
La declaración conjunta firmada por más de 50 países, entre ellos Corea del Sur, Japón, Argentina, Francia, Alemania y el Reino Unido, advirtió que estos ataques no sólo amenazan la seguridad pública sino que también causan daños económicos y amenazan la paz y la seguridad internacionales.
El ransomeware no es sólo un problema técnico, sino también humanitario, ya que estos ataques maliciosos interrumpen la atención médica esencial y ponen en riesgo a los pacientes.
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