El 7 de junio, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) recomendó a los fabricantes de vacunas contra la COVID-19 que las vacunas de próxima generación para la campaña de otoño de 2024 deberían apuntar a la variante JN.1 que se propagó ampliamente a principios de este año. Esto es similar a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Europea.
La FDA hizo el anuncio después de que sus asesores dijeran que la nueva vacuna debería apuntar a la variante JN.1 en lugar de la nueva variante KP.2. Los asesores dicen que JN.1 es la única variante contra la que Novavax, uno de los fabricantes de vacunas, afirma que su vacuna protegerá. Novavax planea distribuir comercialmente una vacuna dirigida a la variante JN.1 en el mercado estadounidense el próximo septiembre.
Moderna dijo el 7 de junio que había presentado una solicitud a la FDA para la autorización de una vacuna dirigida a la variante JN.1. Moderna espera recibir la aprobación en agosto, mientras que Pfizer y su socio BioNTech dijeron que estarían listos para suministrar nuevas vacunas tan pronto como sean aprobadas.
Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (EE. UU.), JN.1 fue la variante dominante en EE. UU. a principios de este año, pero ya no se está propagando ampliamente. Se estima que esta variante causó el 3,1% de los casos de COVID-19 en los EE. UU. en las dos semanas del 26 de mayo al 8 de junio. Mientras tanto, la variante KP.2 causa alrededor del 22,5% de los casos y la variante KP.3 ahora es dominante con el 25% de los casos.
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