Fuimos a una escuela primaria en la ciudad de Ho Chi Minh el día de "Puertas Abiertas", la apertura de la escuela para dar la bienvenida a los padres que vienen a la escuela con sus hijos, visitan la cocina, observan el proceso de distribución de alimentos y prueban el almuerzo con sus hijos. En una clase de 32 alumnos, 20 padres se apuntaron para comer con sus hijos. Esto demuestra que los padres están muy preocupados por lo que comen sus hijos en la escuela.
Para dar mayor tranquilidad a los padres sobre las comidas en los internados, las autoridades y departamentos han emitido recientemente numerosos documentos y planes para reforzar las inspecciones, con especial atención a las inspecciones sorpresa de las instalaciones que ofrecen comidas en los internados, cocinas colectivas, comedores y servicios de alimentación en las escuelas; Solicitar al Departamento de Educación y Capacitación y a los organismos pertinentes que fortalezcan la seguridad alimentaria en las escuelas. Además, pueden aparecer equipos de inspección interdisciplinarios inesperadamente y sin previo aviso.
Para las escuelas, ya sea que ordenen comidas a una empresa de catering o tengan una cocina en el lugar, cada unidad ha aumentado el monitoreo y las inspecciones periódicas y sorpresivas, y los padres siempre participan en el equipo de inspección.
Pero, obviamente, los equipos de inspección del consejo escolar, los trabajadores de salud escolar o los padres no pueden (y no son totalmente capaces de) poder supervisar siempre de cerca todas las empresas de catering o cocinas para ver si el proceso es correcto, si la licencia está completa, si la comida tiene un origen claro, si las comidas son seguras y nutricionalmente equilibradas. Sin mencionar que supervisar una empresa de catering es mucho más difícil que supervisar una cocina ubicada en una escuela.
El problema de fondo es que ya existen todas las bases legales para crear, organizar y gestionar comidas seguras para los estudiantes. Se requiere un trabajo serio, transparente y respetuoso de la ley por parte de todos, de todas las partes, en todas las etapas. Desde el suministro de materias primas alimentarias, el procesamiento preliminar, la elaboración, la distribución, la conservación, el transporte... Cualquier infracción debe ser tratada estrictamente. Porque cada comida en la escuela afecta directamente la vida, la salud y el desarrollo físico y mental a largo plazo de los niños.
Los padres que inscriben a sus hijos en un internado y pagan todos los gastos relacionados con la organización del internado y las comidas tienen demandas legítimas. Se trata de comidas que, ante todo, deben ser seguras, nutritivas y llenas de energía. Y, en términos más generales, se trata de comidas felices organizadas científicamente en las que los niños aprenden más sobre la comida, se conectan con maestros y amigos, aprenden independencia, disciplina y valoran el trabajo.
Muchas localidades de todo el país están construyendo escuelas felices. La felicidad general se construye en base a muchos factores, desde las personas, hasta el entorno, los procesos... Sin embargo, hay factores sencillos que son una de las condiciones que hacen que los alumnos se sientan felices yendo al colegio, como por ejemplo unas comidas seguras, nutritivas y divertidas.
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