Una mujer fue rescatada de los escombros 72 horas después de que una serie de poderosos terremotos sacudieran la costa oeste de Japón. Otro anciano fue encontrado con vida el miércoles en una casa derrumbada en la ciudad de Suzu, una de las zonas más afectadas de la prefectura de Ishikawa.
Su hija gritó: “Papá, papá” mientras un grupo de bomberos lo sacaba en una camilla, elogiándolo por aguantar tanto tiempo después del terremoto de magnitud 7,6 del lunes.
Una mujer que yacía en una camilla y quedó atrapada debajo de su casa destruida fue rescatada 72 horas después del terremoto. Foto: AP
Los funcionarios de la prefectura de Ishikawa dijeron que 55 personas murieron en la ciudad de Wajima y 23 en Suzu. Más de 460 personas resultaron heridas, al menos 24 de gravedad.
El Instituto de Investigación Sísmica de la Universidad de Tokio descubrió que la costa arenosa del oeste de Japón se ha desplazado hasta 250 metros hacia el mar en algunos lugares.
Los terremotos provocaron un gran incendio en la ciudad de Wajima, además de provocar tsunamis y deslizamientos de tierra en la zona. Con algunas carreteras cortadas debido a la devastación, crecen las preocupaciones en las comunidades donde aún no han llegado agua, alimentos, mantas y medicinas.
Miles de soldados japoneses han unido esfuerzos para llegar a las zonas más afectadas de la península de Noto, epicentro del terremoto. Estados Unidos anunció el viernes una ayuda de 100.000 dólares, incluyendo mantas, agua y suministros médicos, y prometió más ayuda a Japón.
Los expertos advierten del riesgo de enfermedad e incluso de muerte en los centros de evacuación que actualmente albergan a unas 34.000 personas sin hogar, muchas de ellas ancianos.
Masashi Tomari, de 67 años, un cultivador de ostras que vive en la ciudad de Anamizu, Ishikawa, dijo que dormir en el suelo con sólo una manta era difícil. “Este es un lugar frío y terrible”, dijo.
Las personas afectadas por el terremoto reciben alimentos en Wajima, Ishikawa, Japón, el 5 de enero de 2024. Foto: AP
“Hay muchas tiendas en esta calle”, dijo Sachiko Kato, propietaria de una tienda de ropa en Anamizu. Ahora, todo se ha ido. Tal vez tengamos que trabajar duro para reconstruirlo”, dijo. Hasta el viernes, el agua corriente aún no se había restablecido completamente en Anamizu. Kato tuvo que buscar agua del río cercano para poder tirar de la cadena del inodoro.
Decenas de réplicas han sacudido Ishikawa y áreas circundantes durante la última semana. Las previsiones meteorológicas prevén lluvia y nieve durante el fin de semana, y los expertos advierten de más réplicas.
Tsutomu Ishikawa, quien supervisa una empresa de plásticos llamada Aras que fabrica platos y tazas de moda, dijo que no hubo víctimas mortales a su alrededor, pero la fábrica de ropa resultó gravemente dañada.
Sachiko Takagi, propietaria de una tienda de kimonos en la pintoresca fachada de Wajima, dijo que tenía suerte de que su tienda de 80 años de antigüedad (que ha pasado de generación en generación) todavía estuviera en pie. Otras tiendas no tuvieron tanta suerte.
Mai Anh (según AP)
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