La carrera para desarrollar 'cerebros' de IA para ayudar a los robots a aprender y mejorar sus habilidades

En los últimos tres años, los robots industriales de la empresa emergente de robótica ANYbotics con sede en Zúrich han evolucionado desde la capacidad de subir escaleras hasta la de saltar entre cajas, realizar volteretas hacia atrás y otros movimientos difíciles.

Los robots no están programados para realizar estas nuevas acciones, sino que se adaptan a su entorno utilizando nuevos modelos de inteligencia artificial.

En la última década, el sector de la robótica, valorado en 74.000 millones de dólares, se ha acelerado gracias a los avances en IA, como los avances en redes neuronales, sistemas que simulan el cerebro humano.

En particular, la mejora de la visión artificial y de las capacidades de razonamiento espacial ha permitido a los robots moverse con mayor autonomía en una variedad de entornos, desde sitios de construcción hasta plataformas petrolíferas y calles de la ciudad.

La llegada de modelos de aprendizaje profundo en los últimos años ha permitido que el software de IA de las máquinas se adapte y reaccione mucho mejor en el mundo real y pueda aprender por sí solo. La inteligencia artificial también permite que las máquinas comprendan mejor el mundo que las rodea y se comuniquen más fácilmente con los humanos.

“Es como ver a un niño aprender”, dijo Carina Namih, socia de Plural, un fondo de inversión en etapas iniciales con sede en Londres. “Como el robot no está programado de forma determinista, sino que aprende por sí solo, no es necesario incurrir en los mismos elevados costes de ingeniería”.

La carrera por desarrollar un conjunto de herramientas para ayudar a los robots a aprender y perfeccionar sus habilidades imagen 1 — Algunos de los robots creados por la startup ANYbotics. Foto: © FT montaje/Dreamstime

Si bien se espera que la mayoría de estos avances ocurran en entornos industriales y fabriles, las principales empresas de IA también están volviendo a centrar su atención en robots similares a los humanos.

A principios de este año, Google DeepMind anunció una serie de avances en su investigación, incluido el aprovechamiento de grandes modelos de lenguaje para entrenar robots humanoides y ayudarlos a comprender y navegar por su entorno mejor y de forma más segura.

OpenAI también creó un grupo de investigación en robótica el mes pasado mientras invertía en nuevas empresas. La empresa también invirtió en 1X Robotics, con sede en Oslo, que recaudó más de 100 millones de dólares este año, en un esfuerzo por crear robots cotidianos para ayudar con las tareas del hogar.

La empresa china Unitree Robotics vende robots humanoides por 16.000 dólares. El multimillonario Elon Musk dijo que Tesla comenzará a usar y producir robots humanoides el próximo año y los venderá más ampliamente a partir de 2026.

La adopción generalizada de herramientas de IA por parte de los consumidores ha tenido un efecto dominó en las actitudes hacia la robótica, afirmó Sonali Fenner, de la consultora de gestión Slalom. Esto permite a las empresas considerar el uso de robots en lugares públicos.

Por ejemplo, un cliente implementó Spot, un perro robot de Boston Dynamics impulsado por el modelo Gemini Pro de Google, en sus tiendas para evaluar el inventario.

Ahti Heinla, cofundador de Skype y director ejecutivo de la empresa emergente de robots de reparto Starship Technologies, que ha desplegado pequeños robots de supermercado en más de 100 ciudades y pueblos de Europa y el Reino Unido, dijo que le sorprendió la facilidad con la que la gente "ve a estos robots como participantes normales en espacios públicos y los acepta como personas naturales".

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