Muchos jóvenes padecen insuficiencia renal crónica terminal sin ninguna señal de alerta previa - Foto: XUAN MAI
Mientras trabajan normalmente, muchos jóvenes reciben de repente los resultados de una insuficiencia renal crónica terminal durante un control de salud, aunque anteriormente no presentaban señales de advertencia de esta enfermedad. Mientras tanto, esta es una enfermedad que requiere tratamiento de por vida, tiene altos costos de tratamiento y afecta enormemente la salud.
Según las estadísticas del Departamento de Riñón Artificial del Hospital Cho Ray (HCMC), desde principios de año ha recibido a 450 pacientes para diálisis regular, de los cuales casi 60 tienen menos de 35 años (lo que representa el 15%). El punto común es que estos pacientes que llegan al departamento están casi todos en la etapa final.
El doctor CKI Pham Minh Khoi, del Departamento de Nefrología del Hospital Cho Ray, dijo que la insuficiencia renal crónica a menudo progresa de forma silenciosa y no presenta síntomas evidentes.
Los síntomas aparecen cuando la enfermedad progresa o está en una fase grave. Estos signos a menudo no son específicos y pueden confundirse fácilmente con síntomas de otros sistemas orgánicos.
En consecuencia, el paciente se siente cansado, mareado, con náuseas, anorexia y pálido. Otros signos más específicos de la enfermedad son la hinchazón de las extremidades, los síntomas más graves incluyen dificultad para respirar, arritmia y trastornos cognitivos. En ese momento el paciente tenía una insuficiencia renal crónica muy grave.
El doctor Khoi agregó que comer alimentos salados, beber mucho y quedarse despierto hasta tarde son hábitos y actividades que no son buenos para la salud.
Aunque estos factores no son la causa directa de la enfermedad renal, se clasifican como factores de riesgo que promueven que la insuficiencia renal progrese y se vuelva más grave.
Para los pacientes con enfermedades hepáticas crónicas, como la hepatitis B y la hepatitis C, si no se tratan adecuadamente y siguen bebiendo mucho, esto puede provocar fácilmente cirrosis, insuficiencia hepática y cáncer de hígado. Cuando se produce insuficiencia hepática, puede derivar fácilmente en insuficiencia renal.
Además, los alimentos que se utilizan para beber (snack) a menudo están condimentados demasiado salados o demasiado dulces o, si no se preparan higiénicamente, pueden provocar intoxicación alimentaria, insuficiencia hepática e insuficiencia renal.
Debido a que la insuficiencia renal crónica progresa de forma silenciosa, el Dr. Khoi recomienda que las personas necesiten controles de salud regulares. Las pruebas de enfermedad renal se realizan en hospitales, clínicas y centros de diagnóstico de buena reputación.
Diariamente es necesario mantener un estilo de vida saludable (dormir temprano y dormir lo suficiente, hacer ejercicio), reducir la sal en la dieta, limitar el consumo de alimentos con alto contenido en sal como: estofados, encurtidos, conservas, alimentos procesados…
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