(CLO) El permafrost en el Ártico se está derritiendo, liberando miles de millones de toneladas de carbono a la atmósfera.
El Ártico, que en su día fue uno de los sumideros de carbono más importantes de la Tierra, está atravesando una transformación preocupante. Una nueva investigación publicada en Nature Climate Change revela que más del 30% de la tundra, los bosques y los humedales de la región han pasado de absorber carbono a emitirlo. Si se incluyen las emisiones procedentes de los incendios forestales, esta cifra aumenta al 40%.
El permafrost, que ha almacenado enormes cantidades de carbono durante miles de años, se está derritiendo debido al aumento de las temperaturas, liberando miles de millones de toneladas de CO₂ y acelerando el calentamiento global.
El Ártico contiene casi la mitad del carbono del suelo de la Tierra, el doble de la cantidad que hay actualmente en la atmósfera. A medida que el hielo se derrite, la materia orgánica se descompone y libera gases de efecto invernadero, aumentando el efecto del calentamiento.
El derretimiento del hielo no sólo afecta al clima sino que también cambia el terreno del Ártico. La tierra se derrumbó, se formaron nuevos lagos y grandes zonas se convirtieron en pantanos inestables. Los incendios forestales están aumentando, lo que contribuye al aumento de las emisiones de carbono.
“En el interior de Alaska, a medida que el hielo se derrite, las plantas crecen más, pero al mismo tiempo, el suelo comienza a colapsar”, describe la científica del clima Sue Natali. “Puedes ver claramente cómo el paisaje cambia ante tus ojos”.
Consecuencias más allá del Ártico
El Ártico desempeña un papel vital en la regulación del clima global, pero ahora se está convirtiendo en una fuente importante de emisiones de carbono. Esto tiene graves implicaciones.
El aumento de CO₂ en la atmósfera dificulta el control de las temperaturas globales. Acelerando los puntos de inflexión climáticos, alimentando ciclos de retroalimentación fuera de control. Clima más extremo a nivel mundial, con más tormentas, olas de calor y cambios estacionales más pronunciados.
¿Podemos prevenirlo?
Prevenir el deshielo del permafrost es un gran desafío. La solución más importante es reducir las emisiones de combustibles fósiles para limitar el aumento de las temperaturas. Los científicos subrayan la necesidad de adoptar medidas urgentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Al mismo tiempo, es necesario intensificar la vigilancia del Ártico. La región se está calentando casi cuatro veces más rápido que el resto del planeta, pero aún quedan muchas áreas por estudiar en profundidad.
Sin medidas oportunas, el Ártico se convertirá en una enorme fuente de emisiones de carbono, lo que agravará aún más la crisis climática.
Ha Trang (según Daily Galaxy)
Fuente: https://www.congluan.vn/bac-cuc-dang-dan-tro-thanh-nha-may-thai-carbon-post332550.html
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