El expresidente de Estados Unidos Donald Trump (Foto: Getty).
A pesar de los problemas que han dificultado su camino para regresar al poder en la Casa Blanca una vez más, el expresidente estadounidense Donald Trump sigue demostrando ser el candidato republicano más prometedor para ese cargo. Reuters analizó cuatro razones que le dan a Trump posibilidades de ser reelegido.
Apoyo de la mayoría de los votantes
Las encuestas nacionales muestran que Trump aventaja a sus rivales republicanos por alrededor de 50 puntos porcentuales. También se beneficia de los votantes insatisfechos con las políticas de la administración del presidente Joe Biden.
La administración Biden ha proporcionado cifras para respaldar su argumento de que la economía estadounidense sigue en buena forma. En consecuencia, la tasa de desempleo ha caído a un mínimo casi histórico del 3,9%, mucho más impresionante que la tasa del 6,3% existente cuando Trump dejó el cargo. Además, durante el período de junio de 2022 a octubre de 2023, la inflación cae desde un pico de más del 9% al 3,2%.
Sin embargo, gran parte del público, incluidos muchos votantes de color y jóvenes, no lo creen así. La tasa de aumento de precios de productos esenciales como alimentos, automóviles, vivienda y cuidado de niños y ancianos ha superado con creces sus salarios. Los estadounidenses se preocupan más por su capacidad real de pago que por las cifras macroeconómicas.
En particular, en lo que respecta a cuestiones económicas, el Partido Republicano de Donald Trump ha ganado cierta confianza de los votantes.
Factor miedo
Trump también refleja las ansiedades, reales o no, que muchos estadounidenses blancos tienen en un país cada vez más diverso culturalmente. Eso ha alimentado la sensación de que los pilares de la vida estadounidense, como la propiedad de una vivienda, la educación y un salario decente que se mantenga al ritmo de la inflación, están cada vez más fuera del alcance de muchos.
Además del aspecto económico, los problemas de inmigración y los crecientes índices de criminalidad también inquietan a los estadounidenses. Las encuestas muestran que los votantes están preocupados por el flujo de migrantes y los cruces ilegales de la frontera entre Estados Unidos y México.
El señor Trump es muy bueno explotando esos temores.
Muchos votantes todavía apoyan al señor Trump
Aunque los críticos de los partidos Republicano, Demócrata y los medios de comunicación argumentan que Trump no es apto para ser presidente, millones de votantes no están de acuerdo.
Muchos partidarios incluso creen que Trump es una víctima política. Al menos la mitad de los republicanos encuestados por Reuters a principios de este año dijeron que todavía votarían por Trump si fuera condenado por un delito.
Es más, Trump también puede citar sus cuatro años en el cargo para argumentar que el gobierno ha sido en gran medida funcional, aunque a veces caótico, y que las acusaciones contra él, como la colusión con Rusia, carecen de fundamento.
Trump puede culpar a Biden
A pesar de la enorme inversión gubernamental en infraestructura, energía limpia y fabricación de chips, la Casa Blanca no ha logrado convencer a gran parte del público de que las políticas de creación de empleo de Biden han marcado una diferencia en sus vidas.
Además, los conflictos en Ucrania y en la Franja de Gaza también dividieron a los votantes estadounidenses. El mensaje "Estados Unidos primero" de Trump podría resonar en un amplio segmento de votantes recelosos de una mayor intervención estadounidense en Ucrania o Israel.
Sin embargo, todo esto no significa que Trump tenga la certeza de ganar las elecciones presidenciales del año próximo.
En muchas partes de Estados Unidos, el señor Trump sigue siendo impopular. Sus declaraciones incendiarias, incluidas amenazas de represalias contra oponentes políticos, también podrían enfadar a los republicanos moderados y a los independientes, votantes que necesita desesperadamente para derrotar a Biden en la carrera del año próximo.
Si fuera elegido como candidato republicano, esto podría atraer a un alto porcentaje de votantes demócratas a votar en su contra.
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