Soldados ucranianos luchan en la región de Donetsk, cerca de la frontera rusa (Foto: AFP).
El gobernador de la región de Belgorod, Vyacheslav Gladkov, dijo que los proyectiles de artillería impactaron una casa en la ciudad rusa de Belgorod, matando a una persona e hiriendo a cuatro, incluido un niño de 10 años.
Agregó que el "gran ataque" ocurrido en la noche del 29 de diciembre y la madrugada del 30 de diciembre dañó 10 casas y dos vehículos.
Según Gladkov, el 29 de diciembre por la tarde también fue bombardeada la ciudad fronteriza de Shebekino, dañándose varias casas.
El Ministerio de Defensa ruso emitió un breve comunicado confirmando que en Belgorod fueron destruidos 13 "proyectiles de artillería".
El gobernador de la región de Bryansk, Aleksandr Bogomaz, anunció en Telegram que Bryansk fue atacado por drones suicidas, algunos de los cuales fueron derribados por las fuerzas de defensa aérea rusas.
El Ministerio de Defensa ruso emitió más tarde un comunicado separado, confirmando que 32 drones fueron interceptados y destruidos durante la noche en las regiones de Bryansk, Kursk, Oryol y Moscú.
Los ataques ucranianos contra regiones rusas se produjeron después de que el Ministerio de Defensa ruso confirmara que había llevado a cabo ataques aéreos a gran escala contra objetivos militares en Ucrania el 29 de diciembre.
Los funcionarios de Kiev lo describieron como el mayor ataque aéreo desde que Rusia lanzó su operación militar en Ucrania en febrero de 2022. Según el ministro del Interior ucraniano, Igor Klimenko, al menos 30 personas murieron y más de 160 resultaron heridas en el ataque aéreo ruso.
Las regiones fronterizas rusas como Kursk, Bryansk y Belgorod, así como la capital Moscú, han sido frecuentemente atacadas por drones y misiles desde que estalló el conflicto en Ucrania.
Los funcionarios rusos han acusado a Kiev de planear un sabotaje contra importantes infraestructuras rusas, incluidas plantas de energía nuclear.
Hasta ahora, los ataques contra territorio ruso sólo han causado daños menores, pero el Kremlin los describe como "actos desesperados" destinados a encubrir los fracasos de Kiev en el campo de batalla.
Según funcionarios estadounidenses, los ataques tenían como objetivo "elevar la moral del pueblo y los militares ucranianos" y demostrar que Kiev "puede contraatacar".
El presidente Vladimir Putin ha emitido una advertencia en varias regiones del oeste de Rusia, otorgando a las autoridades locales más poderes para garantizar la seguridad y responder rápidamente a cualquier emergencia.
Sin embargo, según los observadores, la posibilidad de que el ejército ucraniano ataque territorio ruso por tierra es muy improbable. Rusia ha afirmado reiteradamente que cualquier ataque a su territorio será respondido con una fuerte respuesta.
Moscú cree que los ataques de Ucrania a territorio ruso no serían posibles sin el apoyo de Estados Unidos y la OTAN.
Sin embargo, Washington ha afirmado repetidamente que no alienta ni apoya a Ucrania en atacar territorio ruso. Estados Unidos considera que Ucrania tiene derecho a decidir sus propios métodos de guerra, pero enfatiza que Washington se opone a ataques en territorio ruso.
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