El 28 de agosto, en Beijing, la secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, y su homólogo chino, Wang Wentao, acordaron establecer un grupo de trabajo sobre cuestiones de inversión y comercio, así como intercambiar información relacionada con los controles de las exportaciones de semiconductores.
En el grupo participarán altos funcionarios del gobierno y representantes del sector público, según un comunicado publicado después de la reunión por el Departamento de Comercio de Estados Unidos. Las reuniones se celebrarán dos veces al año a nivel de viceministros, comenzando en Estados Unidos a principios de 2024.
Las órdenes más importantes de control de exportación de chips y productos se discuten de forma independiente a nivel de secretario adjunto. La primera reunión tuvo lugar en Beijing el 29 de agosto.
Las dos partes también acordaron que los ministros de comercio se reunirán cara a cara al menos una vez al año para evitar una escalada inesperada de las tensiones bilaterales. El acuerdo se produce en medio de preocupaciones de que las crecientes tensiones están dañando el crecimiento económico tanto en Estados Unidos como en China.
Las restricciones a las exportaciones de semiconductores entre Estados Unidos y China se intensificaron en octubre de 2022, cuando Estados Unidos prohibió la exportación de equipos y tecnología de chips avanzados a China. Las exportaciones de equipos para la fabricación de chips de EE. UU. a China cayeron a la mitad en los primeros seis meses del año.
Este año, China prohibió a las empresas comprar productos de Micron Technologies y comenzó a exigir licencias para exportar materiales para la fabricación de chips. A principios de agosto, Estados Unidos anunció restricciones a la inversión estadounidense en China en áreas como semiconductores, inteligencia artificial y tecnología cuántica.
En la reunión, el ministro Raimondo dijo que las restricciones estadounidenses apuntan a tecnologías que tienen implicaciones claras para la seguridad nacional y los derechos humanos , y no pretenden frenar el crecimiento económico de China.
Algunos legisladores republicanos se oponen a la creación de un nuevo grupo de trabajo con China, por temor a que ello conduzca a mayores concesiones por parte de Washington. Aun así, las tensiones bilaterales podrían afectar las relaciones económicas más allá de los semiconductores.
Por primera vez en 15 años, China perdió su título de principal exportador a Estados Unidos. La inversión directa estadounidense en China también cayó casi un 90% en el segundo trimestre de 2023, a su nivel más bajo desde 1998.
En medio de la creciente frustración de la comunidad empresarial estadounidense por las oportunidades perdidas en China, la Sra. Raimondo pidió mejorar las relaciones en el turismo, así como en áreas comerciales que tienen poca importancia para la seguridad nacional. Por ejemplo, los aviones civiles solían ser el mayor producto de exportación de Estados Unidos a China, pero los pedidos cayeron alrededor de un 70% entre 2018 y 2022.
Sin embargo, habrá que esperar tiempo para saber si las relaciones generales entre ambos países podrán mejorar.
(Según Nikkei)
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