El presidente Lukashenko confirmó el 27 de junio que el líder de Wagner, Yevgeny Prigozhin, estaba presente en Bielorrusia, según The Guardian . Prigozhin fue visto por última vez la noche del 24 de junio cuando salía de la ciudad rusa de Rostov del Don en virtud del acuerdo para poner fin a la rebelión organizada por Lukashenko.
Sr. Yevgeny Prigozhin en Rostov del Don el 24 de junio
En consecuencia, Prigozhin tuvo que viajar a Bielorrusia y las agencias de seguridad rusas retiraron los cargos penales contra él y contra los miembros de Wagner que participaron en la rebelión.
Lukashenko dijo que le había dado a la fuerza Wagner una antigua base no utilizada y que la fuerza tuvo que construir su propio alojamiento. Negó los informes de los medios de que Bielorrusia estuviera construyendo una nueva base para Wagner, pero añadió que "si quieren, lo arreglaremos para ellos". El dirigente también afirmó que Wagner no custodiará las armas nucleares tácticas desplegadas por Rusia en Bielorrusia.
Lukashenko también afirmó que Wagner puede proporcionar información y apoyo al ejército bielorruso en materia de armas y tácticas de combate.
Al relatar los acontecimientos ocurridos, el presidente Lukashenko dijo que Rusia había desplegado 10.000 efectivos cerca de Moscú para hacer frente a la rebelión de Wagner y que estaba a punto de tomar medidas duras. Sin embargo, dijo que disuadió al Presidente Putin de apresurarse y le dejó hablar primero con el Sr. Prigozhin.
Después de que terminó la crisis, el presidente Putin dijo que Wagner debería disolverse y que los miembros podrían firmar contratos con el Ministerio de Defensa ruso, regresar a casa o a Bielorrusia. Durante una reunión con las fuerzas de seguridad el 27 de junio, el líder dijo que el gobierno ruso pagó todo el dinero a Wagner.
En concreto, en el año que empezó en mayo de 2022, el Estado ruso gastó 86,2 mil millones de rublos (1 mil millones de dólares) en salarios y bonificaciones para Wagner. La empresa matriz de Wagner, Concord, recibe 80 mil millones de rublos (940 millones de dólares) al año por el suministro de alimentos al ejército. "Con suerte, nadie robó nada durante estas actividades. Obviamente investigaremos todo este asunto", dijo el presidente Putin, según citó TASS.
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