El 16 de agosto, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, pidió una fuerza multinacional “urgente” que incluya policías y militares para luchar contra las bandas armadas que asolan Haití.
Haití se ha visto plagado de problemas de seguridad en los últimos años, con pandillas locales aterrorizando y robando a los ciudadanos. (Fuente: AP) |
En una carta de 12 páginas al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) del 16 de agosto, el Secretario General Guterres enfatizó la necesidad de pedir a los "estados miembros que desplieguen una fuerza multinacional fuera de la ONU, incluidas fuerzas policiales especiales y unidades de apoyo militar".
Según el Sr. Guterres, para abordar la situación de seguridad en Haití se requieren una serie de medidas coercitivas de aplicación de la ley, incluido el uso activo de la fuerza en operaciones policiales especiales contra bandas fuertemente armadas.
Anteriormente, el Secretario General de la ONU y el Primer Ministro haitiano, Ariel Henry, han solicitado repetidamente la intervención internacional para apoyar a las fuerzas policiales locales, frente a las bandas armadas que controlan el 80% de la capital del país, Puerto Príncipe. En particular, las pandillas locales han aterrorizado a la gente con secuestros, robos a mano armada y violaciones.
A fines de julio, Kenia afirmó su disposición a asumir el liderazgo de esta fuerza multinacional y movilizó a 1.000 agentes de policía para ayudar a capacitar y apoyar a la policía haitiana para restablecer la normalidad en el país, así como proteger las instalaciones estratégicas.
Sin embargo, esta propuesta aún debe ser aprobada por el Consejo de Seguridad, aunque esta fuerza armada internacional no estará bajo los auspicios de la ONU.
Ese mismo día, 16 de agosto, el líder de la pandilla más poderosa de Haití, Jimmy Chérizier, advirtió que el grupo lucharía contra cualquier fuerza armada internacional enviada al país caribeño si hubiera abusos.
Jimmy Chérizier dijo que daría la bienvenida a fuerzas extranjeras si ayudaran a las pandillas haitianas a arrestar al primer ministro Ariel Henry y a políticos y policías corruptos acusados de vender municiones y armas en barrios pobres de Haití.
Sin embargo, el poderoso líder de la pandilla también dijo que el pueblo haitiano se rebelaría si cualquier fuerza internacional repitiera las acciones de anteriores misiones de paz de la ONU en Haití. Según el dirigente Jimmy Chérizier, el pueblo de este país “luchará hasta el último aliento para defender la dignidad”.
Inmediatamente después, el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, anunció que la organización no tenía comentarios sobre la mencionada información.
Las autoridades haitianas acusan al líder de la banda Chérizier de ser el autor intelectual de varias masacres en los últimos años. En particular, el bloqueo de los depósitos de combustible en 2022 paralizó todo el país caribeño durante casi dos meses.
Jimmy Chérizier es el único haitiano que enfrenta sanciones de la ONU, luego de que el Consejo de Seguridad confirmara las acusaciones de “participar en actos que amenazan la paz, la seguridad y la estabilidad de Haití, y planificar, dirigir o ejecutar actos que constituyen graves violaciones de los derechos humanos”.
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