El mito de que los cigarrillos electrónicos ayudan a dejar de fumar
No es difícil encontrar anuncios en plataformas de comercio electrónico, redes sociales y sitios web que venden cigarrillos electrónicos con la afirmación de que « las investigaciones demuestran que vapear (cigarrillos electrónicos) es menos dañino que los cigarrillos tradicionales. Apoyar e introducir productos alternativos a los cigarrillos puede ayudar a reducir las tasas de tabaquismo y el riesgo de enfermedades relacionadas». Aunque el origen y la credibilidad de la investigación no están claros, muchas personas han recurrido rápidamente a los cigarrillos electrónicos creyendo que se trata de una alternativa segura y con poco impacto en la salud.
En los sitios de venta de cigarrillos electrónicos en línea se está difundiendo información errónea sobre que los cigarrillos electrónicos son más seguros que los cigarrillos tradicionales. Foto: Thevapeclub.vn
En su informe sobre la epidemia mundial de tabaquismo de 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que actualmente no existe evidencia científica que demuestre que los cigarrillos electrónicos puedan ayudar a dejar de fumar cigarrillos tradicionales. Incluso según un estudio sobre métodos para dejar de fumar en adultos estadounidenses realizado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), la mayoría de las personas que usan cigarrillos electrónicos para dejar de fumar no logran dejarlo, sino que continúan usando cigarrillos electrónicos y cigarrillos tradicionales al mismo tiempo.
Se promueve el uso del cigarrillo electrónico entre los jóvenes como un estilo de vida. Foto: Fanpage The Vape Club
Lo que es más alarmante es que los cigarrillos electrónicos están aumentando el riesgo de que los jóvenes empiecen a utilizar cigarrillos convencionales. En concreto, un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association (JAMA) en 2017 mostró que los adolescentes y adultos jóvenes que fuman cigarrillos electrónicos tienen 3,5 veces más probabilidades de empezar a fumar cigarrillos tradicionales que aquellos que nunca han usado cigarrillos electrónicos.
Puerta de entrada a los males sociales
Los cigarrillos electrónicos, incluidos algunos tipos nuevos de productos de tabaco calentados, utilizan muchos sabores y productos químicos que no se derivan de las hojas de tabaco. Las materias primas se mezclan con muchos ingredientes diferentes para poder aprovecharlas para el uso farmacéutico mediante la mezcla. Los usuarios pueden aumentar arbitrariamente la proporción de nicotina o agregar drogas y otras sustancias adictivas para consumir sin ser detectados. Una encuesta realizada a 20.675 adolescentes estadounidenses (de 6.º a 12.º grado) mostró que el 8,9% de los estudiantes había consumido cannabis mezclado con líquido de cigarrillo electrónico.
Varias encuestas realizadas en la comunidad de usuarios de cigarrillos electrónicos muestran claramente un vínculo entre su uso y otros males sociales como las drogas, fumar shisha y otras sustancias adictivas. En el Centro de Control de Envenenamiento del Hospital Bach Mai y en el Centro de Identificación de Drogas del Instituto de Ciencias Criminales – Ministerio de Seguridad Pública se ha registrado la mezcla de drogas en soluciones electrónicas (cannabis y marihuana). Estas consecuencias afectan negativamente a la salud, al medio ambiente, al estilo de vida y al comportamiento de los jóvenes.
En Vietnam, aunque no existen estadísticas específicas sobre la tasa de consumo de marihuana combinada con cigarrillos electrónicos entre jóvenes y estudiantes, los casos de emergencia por intoxicación por drogas sintéticas mezcladas en cigarrillos electrónicos están en aumento. El Centro de Control de Envenenamiento del Hospital Bach Mai recibe regularmente pacientes de emergencia en coma profundo, psicosis, daño pulmonar, convulsiones, dificultad para controlar el comportamiento, etc.
La situación de las drogas camufladas en cigarrillos electrónicos es cada vez más complicada. Foto: Hospital Bach Mai
El pasado mes de julio, el hospital admitió a dos pacientes gravemente enfermos por utilizar cigarrillos electrónicos mezclados con tres o cuatro drogas sintéticas, entre ellas MDMB-4 en-Pinaca, MDMB-Chminaca, ADB-4 en-Pinaca y ADB-Binaca. Generalmente una sola sustancia es suficiente para provocar daño cerebral y poner en peligro la vida del usuario. Por lo tanto, la situación de mezclar muchas drogas al mismo tiempo en una solución de cigarrillo electrónico plantea un desafío importante relacionado con cuestiones médicas y sociales, amenazando la salud y el futuro de los adolescentes.
Limitar el uso de cigarrillos tradicionales o cigarrillos electrónicos no es fácil, incluso en los países desarrollados. Hasta la fecha, 42 países de todo el mundo han emitido regulaciones que prohíben los cigarrillos electrónicos, incluidos cinco países del sudeste asiático: Brunei, Tailandia, Laos, Camboya y Singapur. La mayoría de los países de ingresos bajos y medios optan por prohibir los nuevos productos de tabaco.
Para evitar impactos negativos sobre la socioeconomía y el medio ambiente, el Ministerio de Salud ha propuesto que el Gobierno prohíba toda importación y circulación de cigarrillos electrónicos. Este es también el punto de vista que recibió el consenso del Comité de Cultura y Educación de la Asamblea Nacional y de expertos, educadores y científicos en el Seminario sobre los efectos nocivos de los nuevos cigarrillos en los adolescentes, celebrado el 12 de octubre en Hanoi. Los expertos destacaron que permitir que circulen más cigarrillos electrónicos en el mercado va en contra de los principios de reducción de la oferta y reducción de la demanda del Convenio Marco para el Control del Tabaco, la Estrategia Nacional para la Prevención del Daño del Tabaco (PCTH) y la Ley de Prevención del Daño del Tabaco. |
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