El Ministerio de Defensa turco confirmó el 13 de enero que su ejército había llevado a cabo ataques aéreos nocturnos contra casi 30 “objetivos terroristas” en el norte de Irak y Siria después de que nueve soldados turcos murieran en una base militar cerca de la ciudad de Metina, en el norte de Irak.
Un avión de combate turco F-16 despega de la base aérea de Incirlik en la ciudad de Adana, en el sur de Turquía (Fuente: Murad Sezer/Reuters) |
“Se llevaron a cabo ataques aéreos contra objetivos terroristas en las zonas de Metina, Hakurk, Gara y Qandil”, dijo el Ministerio de Defensa turco en un comunicado.
Los objetivos incluían “cuevas, búnkeres e instalaciones petroleras” utilizadas por el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y las Unidades de Protección Popular (YPG), una milicia kurda siria que forma el núcleo de las fuerzas aliadas de Estados Unidos en la coalición contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI).
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, tiene previsto presidir una reunión de seguridad de emergencia el 13 de enero en Estambul para discutir la creciente tendencia de ataques contra el ejército del país en la región.
Turquía lanzó la Operación Claw-Lock en el norte de Irak en abril de 2022, durante la cual estableció varias bases en la provincia de Duhok, en el norte de Irak. El gobierno iraquí ha protestado repetidamente por la presencia de tropas turcas y ha pedido su retirada.
El ministro de Asuntos Exteriores turco, Hakan Fidan, publicó en X: «Lucharemos hasta el final contra la organización terrorista PKK dentro y fuera de nuestras fronteras».
También el sábado, el ministro del Interior turco, Ali Yerlikaya, dijo en las redes sociales que las autoridades habían arrestado a 113 personas bajo sospecha de tener vínculos con el PKK.
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