Kenneth Smith, quien fue condenado por asesinato en 1988, está previsto que sea ejecutado en Alabama el 25 de enero por asfixia con nitrógeno. Los funcionarios de ejecución colocarán una máscara en el rostro de Smith, que estará conectada a un cilindro de nitrógeno destinado a privar de oxígeno al preso condenado a muerte.
Kenneth Eugene Smith fue condenado por el asesinato de Elizabeth Sennett en 1988. En agosto, Alabama solicitó a la Corte Suprema del estado que lo ejecutara con gas nitrógeno. Foto: NBC
A los estados de Estados Unidos les resulta cada vez más difícil obtener los sedantes utilizados en las ejecuciones mediante inyección letal, en parte debido a una prohibición europea que impide a las compañías farmacéuticas vender medicamentos utilizados en ejecuciones.
Como resultado, algunos estados han buscado restaurar métodos más antiguos como los pelotones de fusilamiento, mientras que Alabama, Mississippi y Oklahoma han introducido nuevos procedimientos basados en gas nitrógeno.
Smith demandó al Departamento Correccional de Alabama, argumentando que el método de asfixia con nitrógeno conllevaba riesgos peligrosos que podrían arruinar la ejecución. Smith argumentó que tal escenario podría causarle un derrame cerebral o dejarlo en un estado vegetativo permanente.
El juez R. Austin Huffaker en Montgomery, Alabama, falló en contra de Smith, quien solicitó una suspensión de la ejecución para permitir que su caso siguiera adelante.
Los expertos de la ONU advirtieron la semana pasada que la primera ejecución del mundo mediante asfixia con gas nitrógeno probablemente violaría los tratados internacionales contra la tortura y otros castigos crueles, inhumanos o degradantes.
Smith, de 58 años, es una de las dos únicas personas que siguen vivas en Estados Unidos después de ser ejecutadas. El estado de Alabama no logró ejecutarlo mediante inyección letal en noviembre de 2022 cuando fallaron múltiples intentos de insertarle una vía intravenosa.
Mai Van (según Reuters)
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