Cuando la luna, la tierra y el sol están alineados
Tanto los eclipses solares como los lunares son resultado de un fenómeno común: tres cuerpos celestes (el Sol, la Tierra y la Luna) se alinean en una línea imaginaria en el espacio. Sin embargo, la disposición de las posiciones entre estos tres cuerpos celestes crea dos fenómenos muy diferentes.
Eclipse solar: cuando la luna cubre el sol
Un eclipse solar ocurre cuando la luna pasa entre la tierra y el sol, bloqueando la luz del sol antes de que llegue a la tierra. En ese momento, los observadores de algunas zonas de la tierra verán el sol parcial o totalmente oscurecido, creando una escena extraña en pleno día.
Foto ilustrativa.
Dependiendo de la distancia y posición de la luna, los eclipses solares se dividen en tres tipos: eclipse total (el sol queda completamente cubierto), eclipse parcial (parcialmente cubierto) y eclipse anular (la luna es más pequeña que el sol, formando un borde de luz en forma de anillo).
Eclipse lunar: cuando la oscuridad se traga la luna
A diferencia de un eclipse solar, un eclipse lunar ocurre cuando la Tierra está entre el Sol y la Luna. En este momento, la sombra de la Tierra cae sobre la Luna, haciendo que ésta se oscurezca o se torne de color rojo anaranjado. Este fenómeno sólo puede ocurrir durante la luna llena.
Los eclipses lunares también vienen en tres tipos principales: eclipses lunares totales, eclipses lunares parciales y eclipses lunares penumbrales, cuando la luna solo pasa a la sombra penumbral de la Tierra.
¿Por qué no sucede esto todos los meses?
Mucha gente se pregunta por qué cada mes hay lunas nuevas y lunas llenas, pero no todos los meses hay un eclipse solar o lunar. La respuesta está en el hecho de que la órbita de la Luna está inclinada unos 5 grados con respecto al plano orbital de la Tierra. Esto hace que la Luna se encuentre por encima o por debajo del plano en el que la Tierra orbita alrededor del Sol la mayor parte del tiempo.
Sólo cuando la Luna cruza la intersección de las dos órbitas –llamadas dos nodos– y en el momento justo de luna nueva o luna llena, puede producirse un eclipse solar o lunar.
Luz y oscuridad: un encuentro poético
Tanto los eclipses solares como los lunares no son sólo fenómenos astronómicos sino que también tienen un fuerte valor estético. Desde los cielos diurnos que se oscurecen hasta las misteriosas “lunas de sangre”, estos dos fenómenos nos recuerdan la maravilla y la complejidad del universo.
Cada vez que ocurren, son una oportunidad preciosa para que la gente observe, investigue y sienta su pequeñez en el vasto y misterioso espacio.
Fuente: https://doanhnghiepvn.vn/cong-nghe/tai-sao-lai-co-hien-tuong-nhat-thuc-va-nguyet-thuc/20250417111617175
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