Imagen de una mujer que vende donuts y estafa a turistas - Foto: DT
Ha pasado mucho tiempo desde que tuvimos la oportunidad de viajar aquí y allá, por lo que la mayoría de los huéspedes tienen una mentalidad "despreocupada". Muchos clientes ignoran fácilmente la necesidad de comprar productos caros.
Se aprovecharon del carácter tranquilo del cliente. Las personas con un sentido comercial "feroz" no tienen vergüenza. Este lugar se vende a un precio alto, otros lugares hacen lo mismo. Después de un tiempo, dondequiera que viajo, tengo miedo de pagar de más o de ir a un lugar donde me estafen.
Muchas personas al hacer negocios en áreas turísticas tienen la mentalidad de “vivir la vida”, de querer obtener el máximo y más rápido beneficio, sin importar todo. Para combatir la especulación con los precios se necesita la coordinación entre las autoridades locales, las autoridades de base, los compradores y los vendedores. En primer lugar, las autoridades locales deben comprobar y comprender periódicamente la situación de la zona.
Los empresarios al ver la “presencia” de las autoridades también deben cambiar, hacer negocios honestamente y ofrecer servicios al precio justo. Esta presencia puede ser un canal para recibir información de los turistas y las autoridades eventualmente la manejarán sin piedad. Esto crea tranquilidad y comodidad a la hora de comprar.
Los turistas no deberían tener la mentalidad de salir sólo de vez en cuando y luego fingir que son compradores de “lujo” para demostrar una falsa generosidad. Muchas personas han sido “estafadas” sólo porque estaban “orgullosas” y no revisaron el precio antes de comprar, pero como tenían amigos en ese momento, tuvieron que dejarlo pasar.
Cuando viajamos a algún lugar o utilizamos algún servicio, tenemos la misma mentalidad como si fuera algo cotidiano. Sea valiente al pedir precios y regatear (apropiadamente) para ayudar a evitar "estafas" por parte de comerciantes poco éticos.
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