El 6 de junio, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, dijo que el país está esperando un acuerdo final de sus aliados sobre el suministro de aviones de combate F-16.
Hubo socios que hicieron ofertas serias y fuertes para suministrar F-16 a Ucrania. (Fuente: Fuerza Aérea de EE. UU.) |
Según el presidente Zelenski: «Nuestros socios saben cuántos aviones necesitamos. He recibido una cifra clara de varios socios europeos... Es una oferta seria y contundente».
Kiev ahora espera un acuerdo final con sus aliados, incluido “un acuerdo conjunto con Estados Unidos”, dijo. Sin embargo, todavía no está claro cuál de los aliados de Kiev está dispuesto a enviar F-16 a Ucrania.
Ese mismo día, Rusia afirmó que los aviones de combate F-16 de fabricación estadounidense podrían "transportar" armas nucleares y advirtió que proporcionar estas armas a Kiev intensificaría aún más el conflicto.
El mismo día, después de que el Parlamento búlgaro aprobara un nuevo gabinete encabezado por el primer ministro Nikolai Denkov, incluido el nuevo ministro de Defensa Todor Tagarev, el funcionario anunció su intención de proporcionar ayuda militar a Ucrania.
Tras la votación parlamentaria, el nuevo ministro Tagarev declaró que el ministerio que dirige seguirá trabajando para fortalecer las capacidades de defensa del país, la capacidad del ejército búlgaro de contribuir a la seguridad en el Mar Negro, así como la determinación de "ayudar a Ucrania a continuar su contraataque".
El Sr. Tagarev también enfatizó que el apoyo militar que Sofía brinda a Kiev no dañará las capacidades de defensa de Bulgaria.
Mientras tanto, el ministro de Asuntos Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, advirtió que una gran cantidad de armas extranjeras enviadas a Ucrania podría causar caos en otras partes del mundo después de que termine el conflicto con Rusia.
En su intervención en el Foro de Paz de Budapest el 6 de junio, el Ministro de Asuntos Exteriores Szijjarto dejó clara la postura del gobierno húngaro sobre el conflicto en curso en su vecino oriental, afirmando que tendría consecuencias más graves más allá de las fronteras de Ucrania.
Según Szijjarto, hay muchas regiones del mundo donde incluso una pequeña porción de las armas enviadas a Ucrania podría causar una grave inestabilidad. La violencia y el terrorismo podrían aumentar en zonas ya inestables, lo que podría conducir a otra ola de migración.
También expresó dudas de que las armas entregadas a Ucrania pudieran ser desviadas a otros lugares.
Afirmando que sólo el fin de los combates puede garantizar la seguridad en Budapest, destacó que Hungría es el primer país que enfrenta el riesgo de escalada debido a su frontera compartida con Ucrania.
Hungría exige un alto el fuego inmediato y conversaciones de paz, al menos para dar esperanzas de una paz duradera y sostenible.
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