¿Qué son las semillas de chía?
Las semillas de chía son pequeñas semillas negras de la planta Salvia hispanica, que es la misma planta que la menta o la albahaca. Esta planta es originaria de Guatemala y México y era un alimento básico en la vida cotidiana de los antiguos mayas y aztecas.
La gente de aquí suele apreciar este tipo de semilla por el gran valor nutricional que aporta a la salud. Por otro lado, la palabra “chía” en maya antiguo significa “fuerza”.
La razón por la que las semillas de chía tienen tanto "poder" es porque son ricas en proteínas, fibra y ácidos grasos omega-3, junto con muchos minerales y antioxidantes importantes para el cuerpo. Además, también se utiliza como medicamento, ayudando a mejorar problemas de salud como enfermedades cardíacas, diabetes o problemas digestivos.
Las semillas de chía son bastante pequeñas en comparación con otras semillas, tienen forma de huevo, son planas y con una textura suave y brillante. Su color suele variar entre el blanco y el marrón o el negro.
Aunque en la antigüedad esta semilla era considerada un alimento dietético, hoy en día se ha convertido en un superalimento muy utilizado y amado por muchas personas.
Trastornos digestivos
Para algunas personas, combinar semillas de chía con leche tibia puede agravar los problemas digestivos. Aunque las semillas de chía tienen un alto contenido de fibra, lo que suele ser bueno cuando se mezclan con leche, es posible consumir demasiada fibra, lo que puede provocar estreñimiento o diarrea.
Para las personas con problemas digestivos, es mejor evitar esta mezcla para mantener el intestino sano.
Pérdida de valor nutricional a temperaturas cálidas
Las semillas de chía son ricas en ácidos grasos omega-3. Este ácido es sensible al calor, por lo que cuando se expone a temperaturas más altas, como la temperatura de la leche tibia, estos ácidos grasos esenciales se descomponen fácilmente, lo que reduce el valor nutricional de la bebida.
Los omega-3 juegan un papel importante en la salud del corazón, la función cerebral y la reducción de la inflamación. Mezclar semillas de chía con leche tibia puede reducir o eliminar algunos de sus beneficios, haciendo que la combinación sea menos efectiva nutricionalmente.
Reacción alérgica
Para las personas con alergias o sensibilidades a las semillas de chía o a la leche, combinarlas puede aumentar el riesgo de una reacción alérgica. Los síntomas pueden incluir erupción cutánea, problemas estomacales y problemas respiratorios.
En las personas con esta constitución sensible, es importante conocer los alérgenos alimentarios y consultar a un profesional de la salud antes de probar nuevas combinaciones de alimentos.
Efectos sobre el azúcar en la sangre
Las semillas de chía son excelentes para regular los niveles de azúcar en la sangre debido a su alto contenido de fibra. Sin embargo, cuando se mezcla con leche tibia, especialmente leche azucarada, puede producir un pico de azúcar. Esto es especialmente importante para las personas con diabetes o para cualquier persona que quiera controlar sus niveles de azúcar en sangre.
Elegir leche fría sin azúcar o disfrutar de las semillas de chía solas (con agua) puede ayudar a mantener niveles estables de azúcar en sangre.
Impacto en las enzimas digestivas
La leche contiene proteínas como la caseína y el suero, que requieren enzimas específicas para descomponerse. La leche tibia puede alterar ligeramente la actividad de las enzimas naturales necesarias para la digestión.
Asimismo, las semillas de chía tienen un alto contenido en fibra, lo que puede ralentizar la digestión. La combinación de leche tibia y semillas de chía puede ralentizar la digestión, especialmente en personas con sistemas digestivos débiles, provocando molestias.
Cómo comer semillas de chía correctamente para una buena salud
Por muy bueno que sea un alimento, si se come demasiado, no es bueno. Lo mejor es comer semillas de chía con moderación, alrededor de 1-2 cucharadas al día. Debes comenzar con una pequeña cantidad de semillas de chía, aproximadamente media cucharadita, para probar la tolerancia de tu sistema digestivo. Luego se puede aumentar gradualmente.
Para ayudar a la digestión, debemos remojar las semillas de chía en agua antes de comer. O puedes moler las semillas de chía en lugar de comerlas enteras. Entonces, el cuerpo puede absorber mejor todos los beneficios nutricionales de las semillas de chía.
Las personas también pueden optar por semillas de chía germinadas. Las semillas de chía germinadas optimizan la disponibilidad de proteínas y aumentan el contenido de calcio.
La forma más sencilla es mezclar las semillas de chía con agua filtrada y beber normalmente o mezclar con yogur, batidos... Beber unos 30 minutos antes de las comidas ayuda a sentirse lleno y a desear menos alimentos ricos en almidón y calorías.
Debido a que los ácidos grasos omega-3 de las semillas de chía se modifican fácilmente cuando se exponen a altas temperaturas, es mejor remojar las semillas de chía en agua fría o ligeramente tibia.
Las personas con alto riesgo como: constitución alérgica, presión arterial alta, diabetes o enfermedades digestivas deben tener precaución al utilizar semillas de chía. Las posibles alternativas a las semillas de chía incluyen otros alimentos ricos en fibra, como verduras, legumbres, frutos secos, frutas y cereales integrales. Las semillas de lino también son un buen sustituto de las semillas de chía, ya que ofrecen muchos de los mismos beneficios para la salud.
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Fuente: https://kinhtedothi.vn/nhung-nguy-co-tiem-an-khi-ngam-hat-chia-trong-sua-am.html
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