
El Parlamento de Japón ha aprobado una ley revisada para endurecer las regulaciones sobre los productos extranjeros vendidos en línea a clientes en Japón.
La ley fue aprobada en medio de un reciente aumento de incidentes relacionados con productos fabricados en el extranjero vendidos en línea a consumidores japoneses, en particular explosiones de baterías de dispositivos móviles.
Según el Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón, en 2022 se produjeron 103 incidentes graves relacionados con productos comprados online en Japón. Esta cifra es aproximadamente 6 veces mayor que en 2013.
Según la ley revisada, Japón exigirá a las empresas extranjeras que designen un supervisor que trabaje en el país y sea responsable de la seguridad de los productos.
De hecho, existe mucha preocupación por el hecho de que algunas empresas extranjeras no tienen un representante en Japón que asuma la responsabilidad legal de los productos vendidos a través de Internet.
La ley también requiere que los operadores de centros comerciales en línea eliminen los productos inseguros de sus listados de productos y anuncien públicamente la acción, en los casos en que las autoridades determinen que el producto es peligroso o representa un riesgo para los usuarios o el distribuidor no maneje adecuadamente el incidente, como emitir un retiro del producto.
La nueva ley también establece regulaciones para las empresas en el campo de los equipos eléctricos, productos relacionados con el gas y otros artículos que puedan representar riesgos de seguridad durante su uso. En consecuencia, estas empresas están obligadas a mostrar la marca "PS" en sus productos para certificar que éstos cumplen con las normas de seguridad.
En caso de infracción, las autoridades harán público el nombre del supervisor en Japón responsable de la seguridad del producto.
Además, la ley revisada también incluye regulaciones para los juguetes infantiles, requiriendo que las empresas se aseguren de que sus productos cumplen con los estándares técnicos japoneses antes de ser puestos a la venta. No se permitirá la circulación en el mercado de productos de mala calidad.
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