El profesor Taniuchi Shinichi de la Universidad de Osaka y sus colegas han desarrollado una prueba que utiliza un gastroscopio especial para detectar el cáncer de páncreas de forma temprana.
Se analiza el ADN de las secreciones pancreáticas para comprobar si hay mutaciones genéticas presentes en la mayoría de los cánceres de páncreas.
Si esta prueba se realiza al mismo tiempo que una prueba de detección de cáncer gástrico, será más fácil detectar tempranamente el cáncer de páncreas.
Según un reportero de VNA en Tokio, en el trabajo mencionado, los investigadores descubrieron que la mayoría de las formas de cáncer de páncreas se originan en partes del conducto pancreático, que es la vía por donde pasa el jugo pancreático.
Basándose en ese hecho, desarrollaron un método de prueba para analizar el jugo pancreático.
En primer lugar, se le administra al paciente un medicamento que estimula el jugo pancreático, lo que ayuda a que el ADN de las células cancerosas se secrete y quede contenido en el jugo pancreático con mayor facilidad. A continuación, se utiliza un gastroscopio especial para obtener líquido cerca de la salida del jugo pancreático en el duodeno.
Se analiza el ADN de esa muestra para determinar el nivel de mutación del gen KRAS. A los especímenes con un alto número de mutaciones se les diagnosticará cáncer de páncreas.
Los ensayos se realizaron en 75 personas sanas y 89 pacientes con cáncer de páncreas en etapa temprana en Japón.
Los resultados mostraron que a los pacientes con cáncer de páncreas se les diagnosticó la enfermedad con una precisión de aproximadamente el 81%. Todos los casos sanos también recibieron resultados de pruebas libres de cáncer.
Durante las pruebas de rutina de detección de cáncer gástrico que realizan los centros de salud locales, los especialistas a menudo utilizan cámaras para observar no sólo el estómago sino también el duodeno.
Esta nueva prueba se puede realizar conectando otro instrumento médico a un endoscopio convencional y sólo demora entre 1 y 2 minutos.
El equipo de investigación cree que agregar la detección temprana del riesgo de cáncer de páncreas junto con la detección del cáncer gástrico podría reducir la carga médica, así como el impacto en la salud de los pacientes.
Sin embargo, también recomiendan que esta prueba sólo se realice en personas con alto riesgo de cáncer de páncreas, como aquellas con antecedentes familiares de la enfermedad.
En Japón, aproximadamente 44.000 personas son diagnosticadas con cáncer de páncreas cada año y alrededor de 40.000 de ellas mueren a causa de la enfermedad.
Es uno de los cánceres más difíciles de tratar: sólo alrededor del 10% de los pacientes sobreviven cinco años después del diagnóstico. Por lo tanto, existe la necesidad de tecnología avanzada que pueda detectar la enfermedad en una etapa temprana para un tratamiento quirúrgico oportuno.
Alrededor del 94% de los cánceres de páncreas tienen mutaciones en el gen KRAS, que actúan como un marcador de la presencia de cáncer.
Se están estudiando métodos para detectar mutaciones genéticas en fluidos corporales, pero la detección temprana en sangre y otras muestras de análisis sigue siendo difícil.
Los nuevos resultados de la investigación han abierto una nueva dirección positiva para prevenir o reducir el número de muertes por cáncer de páncreas.
Este proyecto de investigación conjunto entre la Universidad de Osaka, la Universidad de Tottori, la Universidad de Kagawa y varias otras universidades fue publicado en la revista médica estadounidense Annals of Surgery./.
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