(CLO) Un hombre de unos 40 años en Nueva Gales del Sur, Australia, se ha convertido en la primera persona del mundo en salir del hospital con un corazón completamente artificial.
La cirugía de implante de corazón artificial BiVACOR se realizó el 22 de noviembre del año pasado en el Hospital St Vincent's de Sydney, con una duración de seis horas bajo la dirección del Dr. Paul Jansz.
En febrero de este año, el paciente fue dado de alta con el dispositivo implantado. Después de más de 100 días viviendo con el dispositivo BiVACOR, recibió un corazón donado a principios de marzo.
Este es el primer trasplante realizado en el marco de un programa de investigación dirigido por la Universidad de Monash para desarrollar dispositivos de ayuda en casos de insuficiencia cardíaca.
El corazón artificial BiVACOR es la primera bomba de sangre rotatoria implantable del mundo que puede reemplazar completamente al corazón humano. Foto: Claire Usmar/BiVACOR
BiVACOR, inventado por el Dr. Daniel Timms, es la primera bomba de sangre rotatoria que puede reemplazar completamente al corazón humano, utilizando tecnología de levitación magnética para simular el flujo sanguíneo natural.
El dispositivo se encuentra actualmente en ensayos clínicos iniciales para pacientes con insuficiencia cardíaca biventricular terminal, una afección que a menudo es consecuencia de enfermedades como infarto de miocardio, enfermedad coronaria o diabetes.
Anteriormente, el año pasado se realizaron cinco implantes BiVACOR en EE. UU. Todos los pacientes utilizaron corazones artificiales antes de recibir un corazón de donante y ser dados de alta del hospital, siendo la duración más larga de 27 días. Este caso australiano marca un gran paso adelante ya que el paciente pudo salir del hospital y vivir con un corazón artificial durante más de 100 días.
El profesor Chris Hayward, cardiólogo del Hospital St Vincent, dijo que BiVACOR podría transformar la forma en que se trata la insuficiencia cardíaca a nivel mundial. Él cree que en la próxima década los corazones artificiales podrían convertirse en una alternativa para las personas que no pueden esperar un corazón de donante.
Sin embargo, el profesor David Colquhoun, de la Universidad de Queensland, advirtió que la vida útil de un corazón artificial (más de 100 días) aún no es comparable a la de un corazón donado, que puede durar más de 10 años.
El Gobierno australiano ha invertido 50 millones de dólares en el programa Artificial Heart Frontier para desarrollar y comercializar BiVACOR. El objetivo a largo plazo de esta tecnología es permitir que los pacientes vivan a largo plazo con un corazón artificial sin necesidad de un trasplante de corazón.
Hoai Phuong (según The Guardian, SMH)
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Fuente: https://www.congluan.vn/nguoi-dan-ong-dau-tien-xuat-vien-voi-trai-tim-nhan-tao-hoan-toan-post338182.html
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