Una grave sequía está asolando el sur de Sudamérica debido a meses de bajas precipitaciones combinados con altas temperaturas.
Uruguay sufre su peor sequía en 74 años. El país tuvo que declarar el estado de emergencia en la capital, Montevideo (donde viven unos 2 millones de personas), y sus alrededores debido a la escasez de agua a principios de esta semana. Dos embalses, principal suministro de agua para las zonas mencionadas, prácticamente se han secado. Muchos residentes se apresuran a comprar agua embotellada.
El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, prometió que el gobierno hará todo lo posible para garantizar el suministro de agua potable a su población y construir urgentemente un nuevo reservorio.
La sequía también está afectando gravemente a su vecina Argentina. La producción de trigo y soja en Argentina –uno de los principales exportadores de trigo del mundo– continúa disminuyendo drásticamente.
Esta escasez de productos agrícolas ha contribuido a la devaluación del peso, que sumada a la inflación, subió en mayo a una tasa anual del 114%, afectando la vida de muchos argentinos.
Se cree que un factor importante detrás de la grave sequía y la escasez de precipitaciones es que América del Sur está experimentando actualmente los efectos de La Niña por tercer año consecutivo. La región también está sufriendo graves olas de calor, y el cambio climático ha aumentado su frecuencia, intensidad y duración.
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