La diplomacia del agua es vital para la paz, el desarrollo socioeconómico, la seguridad alimentaria, los ecosistemas saludables y la producción de energía de un país.
¿Por qué la diplomacia del agua está adquiriendo importancia?
El 70,9% de la superficie terrestre está cubierta de agua. Es una fuente de alimentación y agricultura que depende del agua. Las mercancías se transportan en barco a través de mares, lagos, ríos y canales. La energía hidroeléctrica es una forma de energía que genera electricidad limpia a bajo costo y depende del agua. Esto demuestra la importancia económica del agua como fuente de energía y activo natural.
Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 de las Naciones Unidas sobre agua y saneamiento |
A partir de 2015, las Naciones Unidas establecieron el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 para proporcionar acceso universal al agua y al saneamiento para 2030. Mientras tanto, los Objetivos 14 y 15 se centran en la conservación del agua para garantizar el mantenimiento de los ecosistemas marinos y de agua dulce. En 2018, la Asamblea General de las Naciones Unidas inició el “Decenio Internacional para la Acción: Agua para el Desarrollo Sostenible – 2018-2028” para promover la gestión racional de los recursos hídricos. Además, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, afirmó recientemente que se estima que la demanda de agua dulce aumentará en más del 40% para 2050. Según la Comisión del Agua de las Naciones Unidas (ONU-Agua), más de 3 mil millones de personas en todo el mundo dependen actualmente de recursos hídricos que cruzan las fronteras nacionales. Sin embargo, sólo 24 países tienen acuerdos de cooperación sobre todos los recursos hídricos compartidos.
Debido al cambio climático, la gravedad y frecuencia de fenómenos extremos como sequías e inundaciones están aumentando. Calidad del agua degradada: filtración de agua salada en los acuíferos costeros, aumento del nivel del mar y mayor toxicidad en los ríos que se secan. Además, las aguas compartidas por dos o más países a menudo dan lugar a conflictos. Por lo tanto, los gobiernos necesitan tener una política exterior y una diplomacia del agua eficaces para cooperar en los mares y ríos compartidos y reducir el riesgo de conflictos por el agua dulce entre las partes interesadas.
Asuntos exteriores |
La diplomacia del agua es el uso de herramientas diplomáticas que incluyen la negociación, el diálogo y la cooperación entre múltiples partes interesadas, incluidos países, organizaciones y diferentes comunidades, para encontrar soluciones a las disputas sobre recursos de agua dulce compartidos. La diplomacia del agua tiene como objetivo reducir y resolver los desacuerdos comunes sobre los recursos hídricos para promover la paz, la cooperación y la estabilidad regionales.
La cooperación en cuestiones relacionadas con el agua generará efectos positivos: promoverá la armonía, creará prosperidad y aumentará la resiliencia ante los desafíos comunes.
Uso pacífico de los recursos hídricos
En el Día Mundial del Agua de este año (22 de marzo), el tema “Agua para la paz” destaca el papel fundamental del agua en la promoción de la estabilidad y la cooperación mundiales. La cooperación hídrica se refiere a la gestión y el uso pacíficos de los recursos de agua dulce por parte de todos los interesados, incluidos los transfronterizos.
La cooperación en materia de agua puede ser una herramienta poderosa para la diplomacia científica. Los casos de cooperación en materia de agua que históricamente han fomentado la cooperación pacífica sirven como fuerza estabilizadora y catalizador para el desarrollo sostenible. La cooperación en materia de agua, tanto dentro de los países como entre ellos, puede allanar el camino para la cooperación entre todos los sectores. A nivel local y nacional, se promueven enfoques de gestión integrada de los recursos hídricos y de economía circular. A nivel de cuenca, se alienta a los países a desarrollar acuerdos e instituciones para la gestión pacífica de los recursos hídricos transfronterizos.
El único tratado internacional sobre el agua es la Convención sobre la Protección y Utilización de los Cursos de Agua Transfronterizos y de los Lagos Internacionales (Convención del Agua). La Convención tiene como objetivo garantizar el uso sostenible de los recursos hídricos transfronterizos mediante la cooperación y la colaboración entre los países.
Un ejemplo de diplomacia hídrica exitosa es el Tratado de las Aguas del Indo, firmado entre India y Pakistán en 1960. El tratado, negociado por el Banco Mundial, tenía como objetivo garantizar un acceso equitativo al agua en la cuenca del río Indo. El acuerdo es considerado un hito no sólo en las relaciones políticas entre ambos países, sino también un modelo para la negociación, la cooperación y el tratamiento de otras preocupaciones pendientes.
Diálogo sobre el agua de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) |
Mientras tanto, en el continente, en 2007 se lanzó el diálogo regional sobre el agua entre múltiples partes interesadas de la Comunidad de Desarrollo del África Austral (SADC). El diálogo reunió a los responsables de las políticas para analizar el nexo entre agua, alimentos y energía. Promover con ello una estrategia regional de planificación integrada, así como apoyar la participación y el empoderamiento de los jóvenes para el desarrollo sostenible para el período 2015-2020.
Mientras tanto, el Diálogo Brahmaputra es un diálogo multilateral iniciado en 2013 por el Consorcio del Asia Meridional para la Investigación Interdisciplinaria de Recursos Hídricos (SaciWATERs). Se trata de un diálogo a nivel de cuenca cuyo objetivo es mejorar la cooperación, la neutralidad y la transparencia en el río transfronterizo Brahmaputra. Inicialmente, el diálogo se centró en los intercambios bilaterales entre Bangladesh y la India; Posteriormente se expandió a otros dos países ribereños, Bután y China, hasta el río Brahmaputra.
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Fuente: https://thoidai.com.vn/ngoai-giao-nuoc-mot-giai-phap-cho-hoa-binh-va-thinh-vuong-198041.html
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