El primer ministro Pham Minh Chinh y jóvenes destacados en el diálogo con la juventud vietnamita en 2025 el 24 de marzo - Foto: VGP/Nhat Bac
En cada etapa del desarrollo histórico, la juventud siempre ha sido la fuerza de vanguardia. Tienen juventud, aspiración y dedicación. Pero en la era actual –la era de la tecnología y la innovación– ese papel no es sólo el de líder, sino también el de ser la fuente más poderosa de innovación y creatividad del país.
En su último artículo, el Secretario General To Lam también compartió su visión y aspiración de construir una generación de jóvenes vietnamitas que sean valientes, progresistas, intelectualmente excelentes, físicamente superiores y culturalmente ricos, lo suficientemente confiados para trabajar hombro con hombro con amigos internacionales, contribuyendo a llevar al país hacia la fortaleza y el desarrollo.
Estamos siendo testigos de una generación de jóvenes vietnamitas llena de coraje y talento. No sólo consumen tecnología, sino que también la dominan, crean productos útiles para la comunidad y tienen influencia internacional. No sólo hablan del futuro: ayudan a crearlo.
La práctica lo ha demostrado. TS. Nguyen Trong Hieu, un joven científico australiano, es pionero en la investigación en tecnología de células solares de alta eficiencia, abriendo una nueva dirección para la energía renovable. En Vietnam, Nguyen Hai Dang y un grupo de jóvenes estudiantes han desarrollado con éxito un software de inteligencia artificial para detectar el cáncer de pulmón en etapa temprana a partir de imágenes de rayos X, aportando valor práctico a la industria médica. Nguyen Hoang Long, fundador de la aplicación BusMap, ha contribuido a resolver el problema del transporte público en las grandes ciudades a través de la tecnología digital. En agricultura, Tran Minh Tiep y su equipo de investigación de la Academia de Agricultura de Vietnam han creado productos biológicos a partir de bacterias nativas, contribuyendo a reducir la dependencia de los productos químicos y a construir una agricultura más sostenible.
Esas caras no están solas. Representan a miles de jóvenes que innovan de forma silenciosa pero vigorosa en laboratorios, empresas emergentes y espacios tecnológicos abiertos. Son la afirmación de que la juventud vietnamita puede estar a la altura del mundo, si se confía en ella y se le dan las condiciones adecuadas.
Escuchar es el paso correcto, pero escuchar solo no es suficiente. Para que los jóvenes realmente logren avanzar, el país necesita crear de manera proactiva un entorno favorable para que se desarrollen. Esto podría incluir la creación de fondos de capital de riesgo cofinanciados por el Estado y el sector privado, dando prioridad a las empresas emergentes lideradas por jóvenes. Se trata de ampliar el acceso de los jóvenes a espacios creativos, laboratorios modernos, bases de datos de investigación y tecnología. Se trata de organizar foros de diálogo periódicos donde los jóvenes puedan presentar ideas, debatir políticas y conectarse con expertos.
Además de eso, es necesario un mecanismo para atraer a jóvenes vietnamitas exitosos al extranjero: científicos, tecnólogos e innovadores de origen vietnamita que estén a la vanguardia en nuevos campos. Son el puente entre Vietnam y el mundo, el catalizador para la transferencia de conocimiento, capital, experiencia y la difusión de la inspiración para la dedicación.
El Primer Ministro entregó flores y alentó a los delegados que tienen discapacidades pero que han superado dificultades y se han destacado en el trabajo y el estudio. - Foto: VGP/Nhat Bac
Las lecciones del desarrollo de los países avanzados muestran que los avances nunca surgen de un pensamiento anticuado. Los avances sólo vienen de aquellos que se atreven a pensar diferente, se atreven a hacer diferente, y la fuerza con mayor potencial es la juventud. Si quieres un gran avance, pon tu fe en los jóvenes. Si quieres un gran avance, hay que crear condiciones para que los jóvenes puedan contribuir, cometer errores, mejorar y volar lejos.
A una nación que quiere ascender no le puede faltar aspiración. Pero las aspiraciones seguirán siendo meras palabras sin instituciones que las fomenten, promuevan y acompañen. Por lo tanto, el diálogo regular y periódico del Primer Ministro con los jóvenes y la instrucción de establecer un canal de escucha para los jóvenes no es sólo una iniciativa administrativa, sino también una declaración: estamos entrando en un período de creación, donde cada joven puede convertirse en un agente de cambio y cada nueva idea puede convertirse en una fuerza impulsora para el desarrollo nacional.
Escuchemos a los jóvenes. Vamos con la juventud. Porque ellos mismos, con su juventud e inteligencia, serán quienes sigan escribiendo la historia del desarrollo fuerte y próspero de Vietnam en el siglo XXI.
TS. Nguyen Si Dung
Fuente: https://baochinhphu.vn/nghe-thanh-nien-mo-khoa-nguon-luc-kien-tao-tuong-lai-102250326064637908.htm
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