La medida demuestra que el proyecto estancado de Moscú ha sido "revivido" para satisfacer las necesidades operativas en Ucrania.
Los expertos han señalado desde hace tiempo que Rusia carece de drones de combate de altitud media y alta (MALE/HALE) que podrían alcanzar algunos objetivos importantes en el campo de batalla.
Reconocimiento combinado con ataque
El UAV Sirius, también conocido como Inokhodets-RU, fue desarrollado por la Corporación Kronstadt con sede en San Petersburgo. Petersburgo. Asumiendo el papel de reconocimiento y ataque, Sirius está diseñado en base al UAV Orion, incluyendo dos motores de turbofán en comparación con el motor único del modelo Reaper estadounidense. Según el fabricante, Sirius tiene una capacidad de funcionamiento continuo de 20 horas.
En particular, el radar de apertura sintética (SAR) de este modelo de UAV puede detectar objetivos en movimiento y actividades enemigas en tierra independientemente de que haya nubes espesas o poca visibilidad.
La información que circula en los grupos rusos de Telegram muestra que el nuevo UAV puede alcanzar una altitud máxima de 7.000 metros (23.000 pies), con una velocidad de vuelo de 180 km/h y un alcance de 3.000 km. Además, muchas fuentes dicen que el UAV también está equipado con su propio sistema de comunicación por satélite.
Sirius puede transportar un peso total de armas (bombas/minas) de entre 300 kg y 400 kg. En el foro Army-2020, el modelo UAV se exhibió con muchos tipos de armas, como bombas guiadas FAB-100, KAB-100, OFAB-250.
Algunos blogueros militares rusos afirman que el Sirius puede incluso transportar misiles aire-tierra convencionales y armas guiadas de precisión bajo sus alas.
Debido a su similitud con los UAVs estadounidenses MQ-9 Reaper y RQ-4B Global Hawk que operan en el campo de batalla de Ucrania, los observadores están especulando sobre cómo Rusia utilizará este modelo de UAV en un futuro cercano.
Los vehículos aéreos no tripulados de Washington, que operan regularmente al sur de Crimea en el Mar Negro, equipados con apoyo electrónico (ES) y equipos de reconocimiento óptico, han proporcionado capacidades de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR) en tiempo real sobre la operación de radares de defensa aérea, despliegues navales y terrestres del lado ruso.
Se cree que la información de Reaper y Global Hawk fue la base de los ataques a las bases aéreas rusas Engels y Dyagilevo el año pasado (5 y 26 de diciembre), así como de los ataques suicidas con aviones no tripulados a la Flota del Mar Negro de Moscú.
Datos compartidos, mayor capacidad de combate
Los analistas dicen que la presencia permanente de un dron pesado con sensores potentes capaces de monitorear continuamente los movimientos terrestres en Ucrania desde una distancia segura dentro del espacio aéreo ruso proporcionaría una amplia gama de opciones para los planificadores militares rusos.
Los datos recopilados se pueden compartir con sistemas terrestres o plataformas aéreas como el Su-34, Su-35 y Su-30.
En teoría, el poder de defensa del ejército ruso aumentará significativamente cuando se detecten a tiempo los ataques procedentes de Ucrania, lo que creará una premisa para que los planes de contraataque se implementen de forma estricta y efectiva.
Además, el UAV Sirius puede realizar misiones de ataque y destrucción después de identificar objetivos con bombas planeadoras sin depender del apoyo de otros vehículos terrestres o aéreos.
EurAsianTimes afirmó que un informe de agosto de 2022 mostró que Rusia está utilizando vehículos aéreos no tripulados Orion y Sirius en paralelo como parte de “misiones tripuladas de reconocimiento y ataque”.
Con un receptor de satélite que aumenta su alcance operativo, se espera que el UAV Sirius amplifique significativamente las capacidades de otros UAV y aviones de combate tripulados como el Su-35 o el Su-30.
Mediante el intercambio de datos y la creación de redes, los cazabombarderos pueden transferir completamente las tareas de vigilancia terrestre a los drones, reduciendo la tarea de escaneo aéreo para centrarse en las operaciones de combate. Mientras tanto, las municiones guiadas y no guiadas en los vehículos aéreos no tripulados son una adición a la carga útil de armas.
Occidente cree que Moscú podría enviar Sirius al espacio aéreo ucraniano como "cebo" para detectar la ubicación de los sistemas de defensa aérea S-300 o el radar SAM Buk, antes de utilizar los Su-35 con misiles antirradiación Kh-31 (ARM) para atacar estos sistemas.
(Según EurAsian Times)
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