Vehículos quemados durante una redada en la región de Belgorod, Rusia, el 30 de diciembre de 2023 (Foto: Reuters).
"Nuestros militares seguirán haciendo todo lo posible para primero reducir la amenaza y luego eliminarla por completo", dijo el 9 de enero el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, acusando a las fuerzas armadas ucranianas de disparar municiones de racimo al centro de la ciudad rusa de Belgorod.
"Las autoridades de Kiev utilizaron descaradamente bombas de racimo para lanzar ataques contra el centro de la ciudad, donde no hay instalaciones militares", añadió Peskov.
El portavoz del Kremlin acusó que los ataques contra territorio ruso y contra instalaciones civiles rusas se llevaron a cabo con armas de fabricación occidental.
"Quiero señalar que se están llevando a cabo ataques continuamente contra nuestro territorio y las instalaciones civiles, en el centro de Belgorod antes de la víspera de Año Nuevo, hubo bombardeos continuos con proyectiles y misiles producidos por Alemania, Francia, Italia, Estados Unidos y otros países. No lo olvidemos", dijo Peskov a los periodistas cuando se le pidió que comentara las afirmaciones de Estados Unidos de que Rusia supuestamente estaba usando armas fabricadas por Corea del Norte para atacar a Ucrania.
Ese mismo día, Rodion Miroshnik, enviado especial del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, dijo que Ucrania estaba tratando de compensar su pobre progreso en el campo de batalla lanzando ataques en la región de Belgorod, en la frontera con Rusia.
La ciudad de Belgorod, al igual que otras zonas del suroeste de Rusia, ha sido objeto de constantes ataques con artillería, cohetes y aviones no tripulados por parte de las fuerzas ucranianas en medio de una escalada del conflicto.
El 30 de diciembre de 2023, Rusia acusó a las fuerzas armadas ucranianas de disparar municiones de racimo y cohetes de fabricación checa hacia zonas centrales de Belgorod, una ciudad de 340.000 habitantes ubicada a unos 40 kilómetros de la frontera entre Rusia y Ucrania.
Según los últimos datos, el ataque mató a 25 personas, incluidos cinco niños, y dejó más de 100 heridos. Además, decenas de edificios residenciales e instalaciones civiles también resultaron dañados.
El 31 de diciembre de 2023, el Ministerio de Defensa ruso anunció un ataque de represalia contra objetivos militares en Ucrania, especialmente la ciudad de Járkov, causando grandes pérdidas a Ucrania.
El Ministerio de Defensa ruso estimó que en la noche del 1 de enero y la mañana del 2 de enero sus fuerzas de defensa aérea derribaron un total de 32 drones ucranianos sobre las regiones de Bryansk, Oryol, Kursk y Moscú.
El Ministerio de Defensa ruso confirmó que el ejército ucraniano también bombardeó la región de Belgorod en la noche del 2 de enero y dijo que todos los cohetes fueron interceptados.
El 7 de enero, el Servicio de Inteligencia de Ucrania (GUR) anunció que Kiev había destruido dos sistemas de artillería antiaérea y misiles Pantsir-S1 de Moscú en la región de Belgorod. Ucrania también busca destruir otros sistemas de defensa aérea rusos de corto alcance, como el sistema Tor, así como sistemas de defensa de mayor alcance, como el S-300 y el S-400.
El presidente Vladimir Putin ha dicho que Rusia intensificará los ataques contra objetivos militares en Ucrania tras las incursiones de Kiev en la ciudad fronteriza de Belgorod.
El presidente Putin dijo que los esfuerzos ofensivos de Ucrania tenían como objetivo desestabilizar a Rusia y amenazar a su pueblo.
Fuente
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