Las actividades en línea esenciales, como las videoconferencias y la televisión de alta definición, hoy en día requieren velocidades de descarga de 25 Mbps o más. En 2019, un promedio del 4,4% de los estadounidenses carecía de acceso a esas velocidades.
El problema es cuatro o cinco veces peor en las zonas rurales y remotas de Estados Unidos, con un 17 y un 21 por ciento respectivamente, lo que exacerba la brecha digital dentro de las comunidades.
En un mundo donde los negocios, la vida y la comunicación se realizan cada vez más a través de dispositivos móviles, Internet de alta velocidad se está convirtiendo en una necesidad. Sin embargo, grandes áreas de los EE. UU. aún carecen de banda ancha de alta velocidad o servicio celular.
Una posible solución podrían ofrecerla las redes móviles de sexta generación (6G). Según los expertos, las redes 6G llenarán los vacíos en los sistemas terrestres con redes espaciales.
A mediados de 2023, el gobierno de Estados Unidos tomó medidas para mejorar la conectividad, ampliando la infraestructura de banda ancha existente. A fines de junio de 2023, el gobierno de Estados Unidos asignó 42.400 millones de dólares al programa “Equidad, acceso e implementación de banda ancha” (BEAD), que tiene como objetivo proporcionar a los estadounidenses acceso confiable a Internet de alta velocidad.
En 2022, se desarrollarán productos de software en Rusia para acelerar el desarrollo de las redes 5G y 6G. Sin embargo, a pesar de los ambiciosos planes, el despliegue completo de las redes 5G en Rusia enfrenta una serie de dificultades, incluidas sanciones y una falta de consenso sobre el tema del despliegue de 5G.
Entonces, a diferencia de muchos otros países, Rusia está considerando saltarse el lanzamiento total de 5G y pasar directamente al desarrollo de redes 6G.
Los expertos rusos están desarrollando activamente la tecnología 6G, incluido el uso de satélites y drones, en un esfuerzo por mejorar las velocidades de conexión, reducir la latencia de la red y permitir una cobertura de área amplia, incluso en áreas remotas y escasamente pobladas del país.
Muchas áreas del mundo aún luchan por implementar ampliamente redes 5G. Se estima que la cobertura total de la red 5G solo cubre alrededor del 10% de la superficie de la Tierra. Con la llegada de 6G, parte de la cual será en el espacio, esta cifra podría cambiar drásticamente.
Las redes 6G todavía están en las primeras fases de desarrollo e incluso aún no se han definido parámetros importantes. Sin embargo, se espera que la tecnología 6G sea mucho más rápida, incluso miles de veces más rápida, que las redes 5G actuales debido al uso de ondas de radio de mayor frecuencia. Esta tecnología proporcionará conexiones más rápidas, con menor latencia de red.
Los actuales esfuerzos de investigación y desarrollo de 6G se centran en la creación de redes “fuera de la Tierra” mediante el apoyo de satélites de órbita terrestre baja (LEO) y vehículos aéreos no tripulados, lo que reduciría los costos en comparación con las redes 5G, que actualmente dependen principalmente de cables de fibra óptica terrestres y estaciones base móviles.
Los expertos dicen que la tecnología 6G abrirá la puerta a tecnologías futuras. En particular, las redes 6G proporcionarán servicios que superan las capacidades de los enrutadores domésticos actuales, especialmente en términos de latencia, gracias al soporte de estaciones base cada vez más remotas.
La aplicación de la tecnología de inteligencia artificial (IA) en 6G ayudará a mejorar el análisis del uso de datos en tiempo real y aumentará la velocidad de procesamiento de datos.
Si bien la tecnología 6G promete cambios revolucionarios, su implementación aún está muy lejos: no se espera que esté disponible comercialmente antes de 2030.
(según Securitylab)
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