Puerto de carga de Long Beach, Estados Unidos. (Foto: THX/TTXVN)
Hablando en el jardín de rosas de la Casa Blanca, el presidente Trump criticó lo que dijo eran aranceles de importación sobre bienes de Estados Unidos “mucho más altos” que los aranceles que la economía más grande del mundo impone a otros países sobre sus exportaciones.
Además del arancel base del 10%, la administración Trump también impondrá aranceles recíprocos a otros países que la Casa Blanca considera que tienen un desequilibrio comercial con Estados Unidos. El arancel sería la mitad de la tasa que esos países cobran a las exportaciones estadounidenses.
El anuncio es un intento de Trump de imponer cambios radicales a acuerdos comerciales de décadas de antigüedad. Unos aranceles más altos en Estados Unidos afectarían a las entidades extranjeras que venden más bienes a ese país de los que compran. Washington espera que otros países reduzcan los aranceles y otras barreras comerciales que, según afirma, provocaron un desequilibrio comercial de 1,2 billones de dólares el año pasado.
Sin embargo, en lugar de proporcionar un impulso inmediato a la economía estadounidense, los informes de los medios de comunicación estadounidenses sugieren que se espera que los aranceles perjudiquen a muchas empresas cuyos productos dependen de las cadenas de suministro globales, ya que podrían verse obligadas a aumentar los precios o sufrir márgenes de ganancia más reducidos.
Alex Jacquez, director de políticas y defensa de Groundwork Collaborative, una organización de investigación de políticas públicas de tendencia izquierdista, dijo que el proceso de implementar un impuesto compensatorio sería administrativamente complejo, dado que hay decenas de miles de códigos tributarios que prescriben tasas impositivas para muchos tipos diferentes de productos. Establecer aranceles recíprocos para categorías enteras de productos con cada socio comercial es completamente inviable dentro de la capacidad administrativa de Estados Unidos.
Algunos otros expertos creen que el objetivo real de esta política no es necesariamente obligar a las empresas a trasladar la producción a Estados Unidos o generar más ingresos para el gobierno, sino principalmente presionar a otros países para que firmen acuerdos comerciales favorables a la administración Trump.
El gráfico mostrado por Trump mientras hablaba en la Casa Blanca muestra que Estados Unidos impondrá un impuesto del 34% al 67% de las importaciones totales de China, del 20% al 39% de las importaciones de la Unión Europea (UE), del 25% al 50% de las importaciones de Corea del Sur, del 24% al 46% de las importaciones de Japón, del 32% al 64% de las importaciones de Taiwán (China) y del 46% al 90% de las importaciones de Vietnam.
También en el Sudeste Asiático, Tailandia está sujeta a un impuesto del 36% sobre el 72% de los bienes, seguida de Indonesia (32%, 64%), Malasia (24%, 47%), Filipinas (17%, 34%) y Singapur (10%, 10%).
El grupo de países sujetos a un arancel del 10% sobre el 10% de los bienes exportados a EE.UU. incluye al Reino Unido, Australia, Colombia, Chile, Brasil y Turquía. Cabe destacar que Canadá y México no están en la lista de países sujetos a aranceles recíprocos por parte de Estados Unidos en esta ocasión.
* En respuesta a la decisión estadounidense, el secretario de Negocios y Comercio británico, Jonathan Reynolds, emitió un comunicado el 2 de abril afirmando que Londres sigue decidido a firmar un acuerdo económico con Washington para poder "aligerar" la tasa impositiva del 10% aplicada a las exportaciones a Estados Unidos.
“Nuestro enfoque es mantener la calma y trabajar para construir sobre este acuerdo, que esperamos mitigue el impacto de lo que se ha anunciado”, dijo la ministra Reynolds en un comunicado.
Según el presidente Trump, el Reino Unido estará entre los países que enfrentarán los aranceles más bajos a las importaciones a Estados Unidos, mientras que docenas de otros países enfrentarán aranceles más altos.
Sin embargo, el funcionario del gobierno británico también lo dejó claro: “Tenemos muchas herramientas… y no dudaremos en actuar”.
Londres “seguirá colaborando con las empresas del Reino Unido” para “evaluar el impacto de cualquier medida adicional que adoptemos”. También el 2 de abril, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, criticó los nuevos aranceles estadounidenses a las importaciones de la UE como “erróneos”, pero advirtió que la guerra comercial solo debilitaría a Occidente.
Fuente: https://baotuyenquang.com.vn/my-ap-thue-doi-ung-cao-voi-hang-hoa-nhap-khau-tu-viet-nam-va-nhieu-nen-kinh-te-khac-209434.html
Kommentar (0)