Un proceso judicial en la ciudad de Nimes (Francia) está suscitando mucha atención. Los demandantes son una pareja de ancianos, de 81 y 88 años. La pareja decidió limpiar su casa en 2021 y vender algunas antigüedades y obras de arte. Un comerciante de arte fue invitado a ver los artículos que la pareja de ancianos quería vender.
Esta persona está interesada en una máscara que se originó en África. Ofreció comprar la máscara por 150 euros (equivalente a 3,9 millones de VND) y luego la revendió en secreto por... casi 4,2 millones de euros (equivalente a 109 mil millones de VND). La diferencia de precio entre compra y venta es de hasta... 28.000 veces.
La máscara, que se originó en África, está en el centro de la demanda (Foto: Daily Mail).
La pareja de ancianos solo se enteró del verdadero valor de la máscara después de leer sobre una subasta que se estaba llevando a cabo en Montpellier, Francia. El vendedor era el comerciante de arte que compró la máscara a la pareja de ancianos. En este punto, la información sobre la nueva máscara quedó más clara.
Esta es una pieza de arte hecha a mano del siglo XIX, la máscara está hecha de madera de álamo amarillo cubierta con una capa de arcilla blanca. Esta máscara es una antigüedad de valor cultural y artístico. Este tipo de máscaras se utilizaban anteriormente en funerales, bodas y actividades comunitarias en Gabón, un país de África Central.
Actualmente, en el mundo sólo quedan alrededor de una docena de máscaras antiguas de este tipo, conservadas en museos.
La máscara ha permanecido en la familia del matrimonio mayor durante generaciones. Un miembro de la familia que vivió en África en el siglo XIX trajo la máscara a Francia como recuerdo.
Con el tiempo, los familiares perdieron el rastro de la máscara. Cuando un comerciante de arte les ofreció recomprárselo a un precio "barato", aceptaron venderlo.
Actualmente, en el mundo sólo quedan alrededor de una docena de máscaras antiguas de este tipo conservadas en museos (Foto: Daily Mail).
Cuando leyeron un artículo sobre una máscara vendida en una subasta, pensaron que los habían "engañado". La pareja presentó una demanda. Inmediatamente se suspendieron todas las ventas de la máscara, en espera de procedimientos legales.
Según la pareja, el comerciante de arte se aprovechó de su confianza para defraudarlos, ofreciéndoles un precio muy diferente al valor real de la pieza. Al parecer, el comerciante sabía del verdadero valor de la máscara, pero no se lo dijo a la pareja de ancianos.
Después de comprar la máscara, no exhibió el artículo en su tienda para su venta, sino que contactó discretamente con casas de subastas en Francia para recibir una estimación del valor del artículo. Las casas de subastas ofertaban precios de cientos de miles de euros, pero cuando el objeto fue puesto a subasta, las cifras alcanzadas fueron aún mayores.
Cuando supo que lo iban a demandar, el comerciante de arte ofreció a la pareja de ancianos 300.000 euros, pero ellos se negaron.
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