¿El viento convierte la ambición en realidad o simplemente en un “sueño de una noche de verano”?

Báo Quốc TếBáo Quốc Tế03/10/2024


El primer viaje de un canciller alemán a Asia Central en 14 años ha dejado muchas promesas, pero pasará mucho tiempo antes de que esas promesas den frutos.
Từ trái sang: Thủ tướng Đức Olaf Scholz, Tổng thống Kazakhstan Kassym-Jomart Tokayev và Tổng thống Uzbekistan Shavkat Mirziyoyev. (Nguồn: Orda)
De izquierda a derecha: el canciller alemán Olaf Scholz, el presidente kazajo, Kassym-Jomart Tokayev, y el presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyoyev. (Fuente: Orda)

La visita del canciller alemán Olaf Scholz a Kazajstán y Uzbekistán del 15 al 17 de septiembre ha provocado reacciones encontradas en todo el mundo.

Por un lado, la primera visita del jefe del gobierno alemán a estos países en 14 años crea un cambio histórico en las relaciones entre Berlín y los países de Asia Central, y al mismo tiempo conduce a un cambio en la relación general entre la Unión Europea (UE) y la región.

Por otra parte, los comentarios del presidente kazajo Tokayev sobre que el ejército ruso es considerado "invencible" pueden indicar la falta de interés de Astana en seguir cooperando con Alemania y la UE.

A pesar de la ambigüedad sobre el resultado general de las reuniones del Canciller Scholz con los líderes de los países de Asia Central, lo que se puede decir con certeza es que la energía renovable ha estado en lo más alto de la agenda durante esta visita.

Los debates sobre materias primas críticas e hidrógeno verde dominaron las reuniones en Astaná y Samarcanda, aludiendo a la noción de que Asia Central es uno de los socios clave para la transición energética en Alemania en particular y en Europa en general.

Sin embargo, es importante considerar cuán realistas son estas ambiciones, qué asociaciones se esperan y qué desafíos pueden surgir durante la colaboración.

Oportunidades para que la asociación Z5+1 prospere

Berlín no es desde hace tiempo ajeno al sector de la energía verde de Asia Central. Alemania fue uno de los primeros países en establecer el enfoque C5+1 (o Z5+1 en alemán) en Asia Central, reuniendo a cinco países de la región (Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán) para el diálogo. El país de Europa occidental ha construido una cooperación con Asia Central siguiendo el enfoque de la UE, a partir de noviembre de 2022, cuando la unión de 27 miembros y Kazajstán firmaron una asociación estratégica sobre hidrógeno verde y materias primas críticas.

Luego, en julio de 2023, el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, y el primer ministro kazajo, Alikhan Smailov, iniciaron los primeros procedimientos de perforación de prueba en una gran planta de producción de hidrógeno verde en el distrito de Karakiya de la región de Mangystau.

Se han acordado proyectos de hidrógeno verde con empresas alemanas, como Svevind (que firmó un acuerdo de inversión con Kazajstán para una iniciativa de hidrógeno verde por valor de más de 50.000 millones de dólares en octubre de 2022), como parte del proyecto Hyrasia One iniciado por Svevind.

Mientras tanto, Uzbekistán siguió un proceso ligeramente diferente al buscar socios en Alemania que pudieran brindar apoyo de inversión para proyectos de pequeña escala. En concreto, en mayo de 2024, la Organización de Inversiones Alemana se comprometió a apoyar al grupo energético ACWA Power para desarrollar una planta de energía de hidrógeno verde en la provincia de Bujará, en Uzbekistán, con un préstamo de 25 millones de dólares.

Las materias primas cruciales son también un sector que Alemania ha buscado en Asia Central en los últimos años. En septiembre de 2023, la empresa minera alemana HMS Bergenbau anunció un plan de 700 millones de dólares para extraer litio en el este de Kazajstán. Sin embargo, este plan no ha tenido éxito y hasta la fecha no se han presentado más propuestas de desarrollo.

Mientras tanto, en el resto de países de Asia Central no hay señales de interés por parte de Berlín en materia energética, aunque son ricos en importantes materias primas.

El enfoque de Alemania en Asia Central es ciertamente prometedor y oportuno, dado que la transición energética requerirá muchas materias primas críticas, así como suministros de hidrógeno verde. Berlín está deseando reactivar su industria, y para ello necesitará las materias primas antes mencionadas, además de hidrógeno verde.

La importancia del hidrógeno se ve reforzada por el hecho de que se utiliza como materia prima en las industrias química y de fertilizantes, y ambas áreas son de suma importancia para Kazajstán, Uzbekistán, Turkmenistán y, en menor medida, Kirguistán y Tayikistán.

Obstáculos y desafíos

Si bien lo anterior respalda la afirmación de que la visita del Canciller Scholz es oportuna para la transición energética y el desarrollo económico verde en Europa y Asia Central, al mismo tiempo, el plan aún enfrenta desafíos importantes.

Đức đặt cược vào năng lượng xanh ở Trung Á: Làn gió biến tham vọng thành hiện thực hay chỉ là một ‘giấc mộng đêm hè’?
La energía renovable y el hidrógeno verde encabezan la agenda durante la visita del canciller alemán Olaf Scholz a Asia Central, septiembre de 2024. (Fuente: Getty Images)

El primer y más importante desafío es la falta de inversión. El proyecto de energía verde Hyrasia One necesita 50.000 millones de dólares de financiación y hasta el momento ningún inversor ha mostrado interés. Mientras tanto, se espera que los desarrolladores del proyecto ajusten el monto de inversión requerido para 2026, lo que resalta la naturaleza incierta del esfuerzo.

De manera similar, en el caso de Uzbekistán, la ambición es demasiado alta: se aspira a una planta de hidrógeno verde de 27 GW, mientras que la cantidad total que los inversores alemanes pueden comprometer solo es suficiente para un proyecto a pequeña escala de alrededor de 30 MW. Todavía no está claro de dónde procederá la financiación y se necesita un compromiso de las instituciones financieras europeas para lograr algún progreso.

Teniendo en cuenta la tendencia mundial, si bien solo el 5% de los proyectos de hidrógeno verde pueden recibir una inversión a gran escala para su desarrollo, el nivel de confianza en la finalización de las iniciativas mencionadas es bastante bajo. Esto también queda de manifiesto por el hecho de que, de todos los acuerdos por valor de 6.300 millones de dólares firmados entre Kazajstán y Alemania, solo un Memorando de Entendimiento sobre cooperación científica en materia de hidrógeno verde es relevante.

Se espera que el segundo desafío surja de los marcos de la UE orientados a la debida diligencia corporativa y la responsabilidad social y ambiental, como el Mecanismo de Ajuste en Frontera de las Emisiones de Carbono (CBAM) y la Directiva sobre Debida Diligencia Corporativa en Materia de Sostenibilidad (CSDDD). Las empresas que operan en África han informado que se espera que las medidas de la UE resulten en pérdidas de 25.000 millones de dólares en el continente.

Y si la alianza amplía su presencia inversora en Asia Central mientras aplica los marcos antes mencionados, las pérdidas esperadas serían similares. Incluso puede haber resentimiento por la carga administrativa que imponen estas regulaciones.

Por último, un desafío importante ha demostrado ser la inclusión y participación de todos los países de Asia Central. Por ejemplo, el presidente tayiko, Emomali Rahmon, ha propuesto la participación de entidades alemanas en proyectos hidroeléctricos en Tayikistán.

Por otra parte, el Presidente de Kirguistán, Sadyr Japarov, destacó la importancia de los proyectos energéticos y la reducción de la escasez energética en la región, mientras que el Presidente de Turkmenistán fue el menos involucrado en estas discusiones, y la cooperación de Ashgabat con las partes interesadas europeas se mantuvo en proyectos de pequeña escala.

El enfoque fragmentado de Berlín hacia Asia Central podría llevar a una fragmentación de las opiniones de los estados de Asia Central sobre la UE y arrojaría la estrategia general al caos geopolítico.

Además, los países de Asia Central se encuentran entre los más gravemente afectados por los efectos negativos del cambio climático. Invertir en infraestructura como plantas hidroeléctricas, plantas nucleares y movilidad inteligente/verde les ayudará a reducir su impacto ambiental y potencialmente exportar energía verde. Alemania puede ser un socio fuerte aportando conocimientos técnicos en este campo.

En general, la visita del Canciller Scholz a Kazajstán y Uzbekistán ciertamente generó expectativas para la transición energética, tanto para Asia Central como para Europa. Los ambiciosos proyectos podrían transformar los sectores energéticos en Astaná y Tashkent y convertir a los dos países de Asia Central en exportadores estratégicos de materias primas clave e hidrógeno verde.

Sin embargo, para que estas ambiciones se hagan realidad, aún quedan muchos desafíos por superar. La brecha de inversión actual es demasiado grande y hay varias maneras de solucionarla.

En el marco de la transición hacia un mundo multipolar, Alemania debe buscar alianzas. Estos vínculos podrían surgir a través de un fondo de inversión de la UE para Asia Central o, dada la desaceleración económica en Europa, Berlín podría asociarse con actores ya activos en la región, como Japón y Corea del Sur (socios que comparten intereses en hidrógeno verde y materias primas críticas) para establecer empresas de inversión conjuntas.

Otro problema que surge es la carga que el CBAM y el CSDDD imponen a la economía. Berlín debería iniciar un diálogo en la Comisión Europea y el Parlamento Europeo sobre enmiendas que mantengan los beneficios de la protección del medio ambiente y la importancia de la debida diligencia corporativa, minimizando al mismo tiempo los obstáculos legales y las cargas administrativas.

Por último, la gira del Canciller Scholz fue considerada carente de un enfoque inclusivo hacia todos los países de Asia Central. Mientras tanto, países más pequeños, como Tayikistán y Kirguistán, necesitan esencialmente la experiencia, la ciencia y la tecnología para reducir sus impactos ambientales negativos. Para limitar el riesgo de fragmentación en la relación Z5+1, se necesita una agenda más amplia e inclusiva.

En resumen, la primera visita a Asia Central de un canciller alemán en 14 años dejó muchas promesas, pero todavía queda un largo camino por recorrer antes de que estas promesas den frutos.



Fuente: https://baoquocte.vn/duc-dat-cuoc-vao-nang-luong-xanh-o-trung-a-lan-gio-bien-tham-vong-thanh-hien-thuc-hay-chi-la-mot-giac-mong-dem-he-288519.html

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