El entrenador Míchel se ve impotente para sacar al Girona de la crisis. |
Los cánticos en el estadio de Montilivi se apagaron. El Girona, el equipo que sacudió Europa la pasada temporada, se enfrenta al riesgo de caer al abismo tras una humillante derrota por 1-3 ante el Real Betis en casa en la jornada 32 de La Liga en la mañana del 22 de abril.
A sólo tres puntos de la zona de descenso, el equipo del técnico Michel se enfrenta a una dura realidad. El Girona ya no es un equipo del que los rivales tengan que tener cuidado: se ha convertido en una presa fácil para cualquier rival en La Liga.
Desde el primer minuto del partido se vivió un ambiente de pesadumbre en el estadio de Montilivi cuando el jugador del Betis, Johnny Cardoso, cabeceó cómodamente el balón a la red del Girona tras un saque de esquina sin marca. Este golpe psicológico destruyó por completo la moral de los jugadores de camiseta blanca.
"Éste no es el Girona que conocíamos", comentó un aficionado decepcionado. Jugaron como un equipo sin alma".
Antes de finalizar la primera parte, el Betis aumentó el marcador a 3-0 gracias a los goles de Antony e Isco, haciendo que todas las esperanzas del equipo local desaparecieran como la espuma del mar. Todo el estadio de Montilivi quedó en silencio, muchos aficionados se marcharon temprano para no presenciar la desgarradora escena.
El declive del Girona es aún más sorprendente si lo comparamos con los resultados de la temporada pasada. Hace menos de un año, la selección catalana era un fenómeno del fútbol europeo con un juego bonito y resultados impresionantes.
"Parece que estamos ante dos clubes diferentes", comentaron los medios españoles. La temporada pasada, el Girona atacó con fiereza, confianza y gran carácter. El Girona ahora es una sombra de lo que era.
Los momentos felices del Girona ya son escasos. |
La situación actual es especialmente desgarradora para el entrenador Míchel, el hombre que construyó el milagro del Girona. Ahora ha igualado un triste récord de 10 partidos consecutivos sin ganar en La Liga, una cifra increíble para un estratega que en su día fue aclamado como uno de los mejores entrenadores de la liga.
El mayor problema del Girona no son sólo los resultados, sino su forma de jugar. El equipo perdió por completo la identidad que los hacía especiales.
No más pases cortos hábiles, no más combinaciones fluidas y lo más importante: no más espíritu de lucha incansable. El Girona está jugando actualmente como un equipo que ha aceptado su destino.
"Ya no reconocemos a este equipo", compartió un fanático fiel con lágrimas en los ojos. "Podemos aceptar la derrota, pero no podemos aceptar una rendición de esta manera".
En el sombrío panorama, veteranos como Portu y Stuani todavía emergen como un rayo de luz al final del túnel. Estos dos experimentados jugadores lucharon incansablemente hasta el último minuto, mostrando el coraje y el espíritu de verdaderos guerreros.
¿Será suficiente su espíritu de lucha para inspirar a todo el equipo? A falta de sólo seis jornadas para el final de la temporada, el Girona necesita una revolución tanto en el estilo como en el espíritu.
"Tenemos que cambiar inmediatamente", afirmó el técnico Míchel en la rueda de prensa posterior al partido. "Todavía creo en mis jugadores, pero tenemos que actuar ahora".
El reloj avanza. El Girona aún tiene posibilidades de evitar una tragedia, pero debe encontrar su lugar, de lo contrario, el sueño de La Liga acabará en amargura.
Fuente: https://znews.vn/khong-con-nhan-ra-girona-post1547837.html
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