Esta resolución no tiene ningún efecto jurídico vinculante dentro de la UE, ni en la Comisión Europea ni en el Consejo Europeo, ni en Hungría. No obstante, sigue siendo un duro golpe para la reputación y el prestigio de Hungría y una demostración de la autoridad de la UE (a través del PE) sobre la Comisión Europea y el Consejo Europeo. La resolución mencionada no se diferencia en nada de la “declaración de guerra” del Parlamento Europeo a Hungría.
El primer ministro húngaro, Viktor Orban
La razón es que el PE no está satisfecho con la implementación de la democracia, los derechos humanos y el Estado de Derecho de acuerdo con los principios y valores, según los criterios y estándares comunes de la UE. La Comisión Europea también está en desacuerdo con Hungría sobre estas cuestiones y ha impuesto una serie de sanciones.
Aunque no hay certeza de victoria, la declaración de guerra del PE contra Hungría también pretende aumentar la presión sobre la Comisión Europea y el Consejo Europeo para que castiguen a Hungría. Aunque la Comisión Europea y el Consejo Europeo han sancionado a Hungría, todavía tienen que mantener relaciones con este país porque todavía necesitan el voto de Hungría en decisiones que deben ser acordadas por todos los miembros de la UE. Todo lo que puede hacer el PE es no permitir que el líder húngaro hable ante la sesión plenaria del PE y boicotear la cooperación con Hungría durante su mandato como presidencia rotatoria de la UE.
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