Entre los innumerables patrimonios culturales que se han convertido en símbolos familiares en el mapa turístico vietnamita, todavía hay lugares poco conocidos con una belleza oculta que no se ha explotado por completo. Estos destinos no sólo poseen valiosos valores culturales e históricos, sino que también tienen el potencial de desarrollar un turismo sostenible. La ciudadela de Quang Tri y la antigua aldea de Dong Son en Thanh Hoa son dos ejemplos típicos de patrimonios cuyo potencial aún no se ha explorado plenamente; cada uno de ellos lleva su propia historia, una parte de la memoria de la nación.
La ciudadela de Quang Tri se encuentra tranquilamente junto al río Thach Han, marcando la heroica pero dolorosa historia de la nación durante la feroz guerra de 1972. Este lugar fue testigo de 81 días y noches feroces, cuando toda la nación vietnamita junta mantuvo cada centímetro de tierra, protegió cada rincón de la ciudadela. Aunque ahora sólo quedan ruinas, la antigua ciudadela aún exuda una atmósfera solemne y sagrada, como si los soldados del pasado todavía estuvieran allí, protegiendo eternamente su patria. Esa trágica historia no es sólo la historia de Quang Tri, sino la historia de toda la nación. Con la idílica belleza del paisaje combinada con la profundidad de la historia, la Ciudadela de Quang Tri ya no es sólo una atracción turística, sino un lugar para que la gente recuerde el sacrificio, la resiliencia y el profundo patriotismo.
Entrada a la ciudadela. Foto: Recogida
Paseando por la antigua ciudadela, los visitantes sentirán más claramente la intersección entre el pasado y el presente. Los muros en ruinas parecen contar todavía la historia de aquellos días feroces, cuando la sangre y el sudor de innumerables personas se derramaron para proteger esta tierra. En el espacio tranquilo, el sonido del viento al pasar conmueve el corazón, haciendo que cada visitante se sienta perdido en un viaje espiritual, volviendo a sus raíces, para comprender y agradecer el pasado.
"El equipaje del soldado". Fotografía: Nguyen Huu Chung Kien
Abandonando temporalmente la tragedia de Quang Tri, la antigua aldea Dong Son en Thanh Hoa abre un espacio pacífico y antiguo, que contiene valores culturales de larga data. La antigua aldea de Dong Son, ubicada a unos 3 kilómetros del centro de la ciudad de Thanh Hoa, es conocida como una de las aldeas antiguas más antiguas de Vietnam. Este lugar está asociado con la famosa cultura Dong Son, que ha existido durante miles de años, a través de muchos altibajos de la historia y la guerra, pero aún conserva los valores culturales materiales típicos del campo del Centro Norte. Con su belleza pacífica, el antiguo pueblo de Dong Son está ubicado en medio de un paisaje encantador, con el poético río Ma fluyendo a su alrededor y el histórico puente Ham Rong cruzándolo. Detrás del pueblo se encuentra la cordillera de Canh Tien, creando un espacio majestuoso y tranquilo.
La antigua aldea de Dong Son está ubicada en el barrio de Ham Rong, ciudad de Thanh Hoa. Foto: Thanh Tung (Dan Tri)
Al entrar al pueblo, los visitantes sentirán la sencillez y rusticidad de las casas de cientos de años de antigüedad, incluida la casa del Sr. Luong Trong Due, que aún conserva su arquitectura tradicional con resistentes estructuras de madera y un jardín verde circundante. Lo especial de venir a la antigua aldea de Dong Son no es solo admirar el paisaje, sino también aprender sobre antiguas reliquias históricas y culturales. El templo Duc Thanh Ca, que rinde homenaje al santo Hoang Chang At Dai Vuong, fue construido con una arquitectura tradicional, imbuida de valores culturales y artísticos. Estas reliquias son testimonio de la longevidad de la cultura Dong Son y hacen una contribución importante a la imagen cultural única de Vietnam.
Callejones con nombres como Nhan, Nghia, Tri, Dung,… Foto: Thanh Tung (Dan Tri)
En medio del paso del tiempo, patrimonios como la ciudadela de Quang Tri o la antigua aldea de Dong Son aún permanecen allí, como luces que iluminan el viaje histórico de la nación. Aunque poco conocidos, los valores culturales e históricos que aportan son innegables. Es del olvido de la multitud que estos lugares se convierten en joyas sin pulir, que prometen traer un potencial turístico nuevo y sostenible a Vietnam.
Descubrir patrimonios poco conocidos no es sólo un viaje para aprender sobre la historia, sino también una forma de mirar atrás a nuestra identidad cultural nacional, para que cada persona pueda estar más orgullosa de los valores que han dado forma a la cultura vietnamita. En la tranquilidad del pasado, en los ecos de la historia, estos destinos serán siempre una fuente de inspiración para quienes aman el descubrimiento y aprecian los valores eternos de la nación.
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