Los antiguos chinos creían que aunque los difuntos pasaran al otro mundo, seguían viviendo una vida igual que en el mundo mortal. Por eso, al enterrarlos, la gente antigua solía depositar muchas pertenencias y objetos de valor en la tumba. Es por eso que los ladrones a menudo eligen las tumbas como objetivos para ganar dinero.
La tumba de Nghiem Cu Quang, un famoso maestro zen de la dinastía Ming, también fue "visitada" por ladrones de tumbas de la misma manera. Después de su muerte, este monje no fue incinerado sino enterrado en la montaña Thien La, ciudad de Long Xuong, provincia de Sichuan.
La antigua tumba del maestro zen Nghiem Cu Quang estaba dañada y no tenía valor. (Foto: Sohu)
En 2009, su tumba fue catalogada como reliquia cultural clave de la ciudad. Los arqueólogos decidieron excavar su tumba para inspeccionarla porque, según los registros históricos, su tumba había sido robada.
Sin embargo, después de mucho esfuerzo para abrir la tumba, los arqueólogos descubrieron que la tumba del maestro zen era muy pequeña. Mide sólo unos 6 m de largo y 3 m de ancho. La puerta de la tumba estaba dañada, los dibujos de la pared estaban descoloridos y desgastados. El interior estaba completamente vacío y no había objetos de valor. Los arqueólogos solo encontraron una estela que narra la vida del maestro zen Nghiem Cu Quang.
Mientras intentaban buscar otras reliquias, los expertos de repente oyeron ruidos provenientes del interior de la tumba. Decidieron correr hasta allí para comprobarlo y cuando iluminaron con sus linternas, cuatro luces azules destellaron y apareció la sombra del "monstruo".
En una antigua tumba, los arqueólogos encontraron accidentalmente dos perros mapaches que alguna vez se consideraron extintos. (Foto: AFP)
Antes de que todos pudieran recuperar el sentido, ya habían desaparecido en la oscuridad sin dejar rastro. Afortunadamente algunas personas lograron tomarles algunas fotografías. Después de salir de la tumba, tomaron estas fotografías para revelarlas. Los biólogos confirmaron que la "bestia" de la foto son sólo dos perros mapaches. Resulta que las cuatro luces azules que vieron los arqueólogos eran sólo sus ojos.
Más extraño aún es que el perro mapache se consideraba extinto hace 50 años. La causa de su extinción es la caza indiscriminada por parte del hombre.
Quoc Thai (Fuente: Sohu)
Útil
Emoción
Creativo
Único
Fuente
Kommentar (0)