Según la agencia de noticias Reuters, la policía iraní anunció el arresto de tres sospechosos acusados de planear ataques terroristas durante la semana que finalizó el Ramadán.
Uno de los tres sospechosos es Mohammad Zaker, alias Ramesh, un miembro de alto rango de la autoproclamada organización Estado Islámico (EI). Otros dos sospechosos fueron arrestados en la región de Karaj, al oeste de la capital, Teherán. Las fuerzas de seguridad ya habían tenido que abrir fuego en el lugar del incidente. En la operación también fueron detenidos otros ocho sospechosos que se encontraban en el mismo lugar que los miembros del EI.
El EI se atribuyó la responsabilidad de dos atentados con bomba en Kerma, sureste de Irán, a principios de este año que mataron a casi 100 personas e hirieron a muchas más. El grupo atacó el cuarto aniversario de la muerte del general Qassem Soleimani, comandante del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI).
Anteriormente, en 2022, EI se atribuyó la responsabilidad de un ataque a un santuario chií en Irán que mató a 15 personas. El EI también se atribuyó la responsabilidad de dos atentados con bomba en 2017 que tuvieron como objetivo el Parlamento de Irán y el mausoleo del fundador de la República Islámica, Ruhollah Khomeini.
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