El sistema educativo de Luxemburgo es famoso por su educación multilingüe, que ayuda a los estudiantes a hablar varios idiomas con fluidez.
Casi 3.000 niños cruzan la frontera cada día para ir a las escuelas de Luxemburgo - Foto: DPA
Cada día, miles de niños de países vecinos como Francia, Alemania y Bélgica “cruzan la frontera” hacia Luxemburgo para continuar su educación.
Según las estadísticas del Ministerio de Educación Nacional de Luxemburgo, actualmente hay casi 3.000 estudiantes no residentes estudiando en las escuelas públicas del Gran Ducado, una cifra notable que refleja el atractivo del sistema educativo aquí.
En concreto, en Luxemburgo estudian 480 alumnos de primaria y 2.228 de secundaria procedentes de países vecinos. De ellos, Alemania es el país con mayor número de estudiantes de secundaria que estudian en Luxemburgo, seguido de Francia y Bélgica.
El viaje a la escuela para estos niños no es fácil. Leo S., de 10 años, vive en un pueblo cerca de Thionville (Francia). Todos los días tiene que madrugar para ir a la escuela primaria en la capital de Luxemburgo con su padre.
Leo compartió: "Tengo que levantarme mucho más temprano que mis amigos que estudian en Francia. Y nuestras vacaciones no son iguales, lo que me dificulta jugar con ellos".
Sin embargo, la familia de Leo no se arrepiente de su decisión de enviar a su hijo a estudiar a Luxemburgo. El padre de Leo dijo que se mudaron a Francia por la vivienda más barata, pero siempre quiso que su hijo estudiara en Luxemburgo, especialmente para aprender a hablar varios idiomas con fluidez.
El sistema educativo de Luxemburgo es famoso por su educación multilingüe, que ayuda a los estudiantes a hablar con fluidez el luxemburgués, el francés y el alemán. Éste es uno de los factores que atrae a las familias en las zonas fronterizas.
Además, la calidad de la educación y las oportunidades profesionales después de la graduación también son razones por las que muchos padres deciden enviar a sus hijos a estudiar a Luxemburgo.
Tener un gran número de estudiantes no residentes también plantea desafíos para el sistema educativo luxemburgués. Las escuelas deben garantizar espacios y recursos adecuados para satisfacer las necesidades de los estudiantes.
Para abordar este problema, las escuelas primarias exigen que los padres pidan permiso si desean que sus hijos asistan a una escuela fuera de su zona residencial. Los centros de secundaria tienen autonomía para decidir si admiten o no estudiantes no residentes.
La presencia de estudiantes fronterizos no sólo les beneficia, sino que también crea una rica mezcla cultural en las escuelas de Luxemburgo. Los estudiantes tienen la oportunidad de aprender y experimentar diferentes culturas, contribuyendo a la construcción de un entorno de aprendizaje diverso e inclusivo.
[anuncio_2]
Fuente: https://tuoitre.vn/hang-ngan-tre-tu-cac-nuoc-lan-can-vuot-bien-qua-luxembourg-hoc-moi-ngay-20250316071451693.htm
Kommentar (0)