En su estrategia de reducción de emisiones, el Banco Central Europeo (BCE) desempeña un papel pionero en la promoción de la transición verde, haciendo una importante contribución al objetivo general de emisiones netas cero de la Unión Europea (UE).
La mejor manera de lograr una economía de cero emisiones para las empresas, los hogares y los bancos en la zona del euro es promover la transición verde a un ritmo más rápido que las políticas actuales, según el BCE.
“Necesitamos políticas más decisivas para garantizar una transición más rápida hacia una economía de cero emisiones, en línea con los objetivos del Acuerdo de París”, afirmó el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos.
Los resultados de la encuesta del BCE de finales de 2023 muestran que las empresas y los hogares se benefician claramente de una transición más rápida. Este proceso requiere una mayor inversión inicial y mayores costes energéticos, pero el riesgo financiero se reduce significativamente a medio plazo. Tanto los beneficios como el poder adquisitivo se ven menos afectados, ya que la inversión inicial en energía renovable se amortiza más rápidamente y, en última instancia, reduce los costes energéticos.
Acelerar la transición hacia una economía más verde sería más barato que retrasarla para las empresas, los hogares y los bancos de la eurozona, según un estudio del BCE.
El BCE utilizó datos de 2,9 millones de empresas y 600 bancos de la eurozona, estimando que el riesgo total de no pasar a una economía verde es de casi 3 billones de euros (3,22 billones de dólares). Este es uno de los estudios más completos realizados hasta el momento destinado a cumplir los objetivos de reducción de emisiones establecidos en el Acuerdo de París.
En este escenario de rápida transición, las empresas de la eurozona invertirían 2 billones de euros hasta 2025 para reducir las emisiones. Mientras tanto, los costos de la energía limpia aumentarán un 10% para los hogares en 2025 antes de estabilizarse. Si bien los costos iniciales son más altos, el BCE dice que los costos de la energía y los riesgos financieros serán menores más adelante. Esto significa que, inicialmente, las pérdidas anuales de los bancos en préstamos alcanzarán un máximo de 13.000 millones de euros en 2026, antes de caer a 6.600 millones de euros en 2030.
Por el contrario, el estudio concluyó que si la mayor parte de los costos de la transición verde se retrasaran hasta 2026 o más tarde, las pérdidas anuales de los bancos aumentarían de manera constante hasta alcanzar los 21.000 millones de euros en 2029. En promedio, los bancos sufrirían pérdidas equivalentes al 0,7% de sus préstamos en 2030 con una transición verde más rápida, en comparación con el 0,9% con una transición más lenta. Entre las empresas, el aumento de las tasas de morosidad será mayor en los sectores manufacturero y minero con altas emisiones, así como entre las empresas eléctricas.
Para abordar estos riesgos, el BCE propugna una estrategia macroprudencial que se extienda más allá del sector bancario e incluya a los prestatarios y a los intermediarios financieros no bancarios. El BCE destaca que el 75% de los préstamos bancarios y más del 30% de las inversiones de las aseguradoras en bonos corporativos y acciones se destinan a sectores que dependen en gran medida de los servicios ecosistémicos.
El supervisor del BCE, Frank Elderson, también advirtió sobre sanciones financieras para los bancos si no tienen en cuenta los riesgos climáticos.
Khan Minh
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